El martes 12 de septiembre se jubiló una gran auxiliar: María Cristina Cavalli. Una persona muy especial para quienes tuvieron el agrado de trabajar junto a ella; qué lindo es saber que existieron esas porteras que amaron su profesión y que hicieron de todo por demostrar dia a día su vocación, porque ella era portera pero era una mamá para aquellos que a lo largo de los años pudimos conocerla. Se desvivió hasta su último día de actividad por dar siempre un poco más a su trabajo, en cada Escuela durante estos años de servicio. Fue increíble porque se enamoraba de cada institución y siempre le daba lo mas lindo su amor, dedicación y perseverancia. Ella es Cristina, esa portera que cuando éramos pequeños nos llenaba de amor, si teníamos frío nos abrigaba, nos preparaba una rica leche calentita a pesar de que llegábamos tarde, siempre nos enseñó su humildad para efectuar su trabajo; era increíble porque siempre daba su tiempo por cada niño. Cristina no se limitaba en nada, no sabemos cómo lo hacía pero estaba en todo y era demasiado, a veces, pero igual siempre llegaba con una sonrisa grande y lista,  para comenzar con otro dia. 

Esta Auxiliar de escuela a dejado una huella imborrable en todos aquellos que la conocimos y que se sepa ella no se jubilaria nunca de esta profesión porque era parte de ella, pero cuestiones de salud impidieron que llegará mas lejos, porque Cristina nunca se limitaba en nada; en cada cosa que hacía le ponía su amor, lo que era extraordinario porque verla trabajando nos motivaba a todos. 

Ella no tenía compañeros de trabajo ella comenzaba en una escuela y esa ya formaba parte de su familia, lo daba todo y fomentaba la unidad.

La verdad que hablar de esta Gran Portera Cristina podríamos hacerlo infinitamente porque sabemos muy bien quién fue y es, su entrega, disposición, pasión por dar porque no era ir y cumplir, ella lo entregaba todo. Deseamos que seas muy muy feliz, y que disfrutes hermosamente porque cumpliste con cada misión intachablemente. ¡MUY FELIZ JUBILACION CRIS! Que puedas hoy recibir con estas simples palabras una pequeña porción de aquello tan gigante que lograste por tu desinterés, devoción, por ser recta, leal  porque vos si supiste enseñarnos esas palabras con hechos. 

Chicos de hace muchísimo tiempo que Abrígaste con tu amor y nos inculcaste valores imborrables. ¡Te queremos muchísimo! y siempre vas a ser recordaba en cada juntada porque nos marcaste porque no era una institución sola. Donde trabajabas lo convertías en tu hogar.