Nació en Francia de noble familia patricia. Joven aún, por inspiración divina repartió sus bienes a los pobres. 

Peregrinó por Italia y en Roma dedicándose al cuidado de los enfermos y se contagió de una de las enfermedades. Volvió a su patria y falleció en Montpellier, su pueblo natal.

San Roque es muy popular en todo el mundo. Se lo invoca como abogado contra la peste y enfermedades contagiosas.

ORACIÓN 

Omnipotente Dios y Señor del Universo que para remedio de los mortales quisisteis por vuestra suma bondad conceder al Bienaventurado San Roque, el incomparable privilegio de que fuese nuestro protector contra la peste e intercesor para alcanzar, por su merecimiento, que vuestra divina justicia, irritada por nuestras culpas, suspenda el castigo que merecemos por inobedientes a vuestros preceptos suaves. Por los méritos de este glorioso Santo, os suplico humildemente que no destruyan vuestras mismas criaturas; tened piedad, Señor, de nosotros y de nuestra nación, reservándose de toda enfermedad epidémica, contagio y peste así del cuerpo como del alma; dirigid nuestras obras, palabras y pensamientos, de modo que vivamos siempre según los mandatos de vuestra divina ley; para que llevando por Vos las miserias de esta vida, alcancemos de vuestra infinita piedad el eterno descanso. 

Así sea.

COLABORACIÓN: TERESITA TURRIÓN