En todos los lugares del mundo donde viven comunidades schoentatinas se levantan pequeños santuarios dedicados a la Santísima Virgen. 

Es intensa la devoción que el Padre José Kentenich (sacerdote alemán) despertó en sus seguidores. 

En la República Argentina hay santuarios de la Virgen de Schoenstatt en Oberá (Misiones), Córdoba, Mendoza, Paraná, CABA, Mar del Plata, La Plata, Escobar, San Martín y Florencio Varela.

En María se manifiesta que Cristo no anula la creatividad de quienes la siguen. 

Ella, asociada a Cristo, desarrolla todas las capacidades y responsabilidades humanas.

María es junto a Él, protagonista de la historia. 

La Virgen Inmaculada vive inmersa en el misterio de la Trinidad, alabando la gloria de Dios e intercediendo por los hombres. 

ORACIÓN 

¡Oh Madre mía! Yo me ofrezco todo a tí y, en prueba de mi filial afecto, te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, oh, Madre de bondad, guárdame, defiéndeme y utilízame como instrumento y posesión tuyo. Amén. 

Colaboración: Teresita Turrión