28 de marzo de 2024

Locales 08/05/2023

8 de mayo: "Día de Nuestra Señora de Luján"

Patrona de Argentina

En el mes de mayo de 1630, don Antonio Farías Saá, un hacendado señor de Sumampa quería colocar en su estancia dos imágenes marianas.

Para ello encargó una imagen de la Inmaculada Concepción y otra con el niño en los brazos de su madre.

Desde Buenos Aires partieron dos baúles llevados en carretas con bueyes. Recorrieron más de 60 kilómetros y las carretas no se movían a pesar de los esfuerzos de los animales.

Se empezó a sospechar que algo extraño estaba sucediendo. 

Entonces bajaron la carga del baúl donde se encontraba la Inmaculada y allí los bueyes empezaron a moverse.

Al colocar el baúl más liviano, ocurría lo contrario.

Para no perder tiempo dejaron en la casa de Don Rosendo la cuestionada imagen.

La familia se sorprendió al ver la pequeña imagen de 38 centímetros y la colocaron en  su casa. La  noticia llegó hasta Buenos Aires. 

Junto a la santa imagen viajaba un esclavo de 20 años llamado el "negro Manuel" que, presenciando el milagro, decidió permanecer siempre con María, declarándose su esclavo y servidor.

Allí, Don Rosendo construyó una pequeña capilla, sede de María y de su fiel servidor el "negro Manuel".

María fue llevada por sus servidores por parajes y campos visitando enfermos y haciendo muchos milagros. La devoción fue creciendo.

Doña Ana Mattos de Siqueiras poseía tierras junto al río Luján y se ofreció para llevar la imagen a su casa para luego edificar un hogar más confortable. 

Después de 44 años se trasladó a la primera capilla. Dos veces desapareció la imagen y fue encontrada en el lugar de origen, de Don Rosendo.

Las autoridades eclesiásticas realizaron por primera vez una peregrinación hacia la nueva capilla, donde Doña Ana se comprometió a donar tierra para edificar una iglesia mayor.

Se autorizó el culto público al comprobarse los milagros de María, y  por sobre todo el milagro que le hizo al sacerdote Pedro de Montalvo que fue el primer capellán de la Virgencita. 

El paraje se fue poblando. Se convirtió en aldea hasta convertirse en villa.

A los 100 años se creó la parroquia de Villa Luján.

La iglesia de Doña Ana Mattos quedaba  chica. Hicieron reformas para agrandarla pero terminó desplomándose.

La Virgen hizo otro milagro sobre un adinerado que entre 1754 y 1763 terminó la obra.

El Arzobispo de Buenos Aires, en 1872,  entregó a los padres lazaristas, la custodia de la parroquia. 

Aquí nació otro deseo de María, permitiendo que un sacerdote herido por los indios, se curara milagrosamente quien  se consagró a María y difundió su devoción. Era el padre Salvaire, quien empezó a construir la actual basílica en 1885.

La maravillosa estructura es de estilo gótico del siglo XIII. Supera los 100 metros de largo por 42 metros de ancho. 

Posee dos bellas torres que superan los 100 metros de altura.

Este hermoso santuario  recibió el título de Basílica en el año 1930 por el papa Pío XI, declarando a la Virgen de Luján patrona de Argentina, Uruguay y Paraguay. 

ORACIÓN A LA VIRGENCITA GAUCHA

Virgencita de Luján, andadora de caminos, danos la humildad del negrito Manuel, verdadero prócer de esta patria. 

Danos la honestidad en nuestros corazones y sinceridad y caridad en nuestras acciones haciéndonos esclavos de tu Hijo Amado.

Ayúdanos a reconocerte en nuestro origen como verdadera Madre de esta Nación, bajo tu manto, que es nuestra bandera. 

Danos amor por el trabajo honesto, recordando a nuestros padres que trabajaron esta tierra bendita.

Santa Madre de Dios ayúdanos a encontrar la unión, la unión en el amor a Dios.

Virgencita gaucha, danos a tu Hijo Jesús. 

Intercede ante Él para que Argentina brille en el mundo como una nación honesta, trabajadora y generosa.

Que siga abriendo el corazón  a todos los pueblos de la tierra  como lo hizo siempre, confundiendo el manto de María Madre de Luján con la maternidad de nuestra bandera. 

COLABORACIÓN: TERESITA TURRIÓN

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