El 17 de marzo de 1992 un atentado terrorista cometido por la organización Hezbollah destruyó la embajada de Israel en Buenos Aires. En el ataque murieron 22 personas y más de 250 resultaron heridas. Avances y detalles de la causa que aún se mantiene impune.

Este viernes se cumplen 31 años del ataque terrorista a la Embajada de Israel en Buenos Aires que aún permanece impune y dejó como saldo 22 muertos y más de 250 heridos. El atentado que tuvo lugar en el año 1992 conmocionó al mundo entero y abrió las puertas al terrorismo internacional en la Argentina. Dos años después, más precisamente en julio de 1994, la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) fue víctima de un segundo atentado que dejó casi un centenar de muertos y más de 300 heridos. 

A 31 años de ese trágico hecho, la sede diplomática israelí realizará un acto conmemorativo en el predio donde se ubicaba el edificio, hoy devenido en una plaza seca, en donde crecen tilos plantados en nombre de los fallecidos. En un evento solemne funcionarios israelíes y argentinos, sobrevivientes y familiares de los que perdieron la vida, así como público en general, rendirán homenaje a las víctimas.

"Los aniversarios son muy importantes para mantener viva la memoria, forman parte de un proceso que no termina nunca ya que permanentemente hay que reforzar todo lo relacionado a la lucha contra la xenofobia, el odio y la discriminación para que lo ocurrido hace 31 años, no vuelva a suceder", expresó el cónsul honorario de Israel en Mendoza, Andrés Ostropolsky. 

En ese sentido, las embajadas y consulados a lo largo y ancho del país están realizando acciones en diferentes ámbitos educativos que tienen como objetivo generar espacios de difusión del atentado, contenidos sobre xenofobia, odio y discriminación. " El trabajo es continuo en muchos ámbitos y el objetivo es evitar que vuelva a suceder un atentado con cualquier otra minoría, no puede pasar en ningún ámbito y queremos que esto sirva como antecedente", agregó Ostropolsky.

Detalles del atentado

El 17 de marzo de 1992 una camioneta Ford F-100 conducida por un suicida y cargada con explosivos fue estrellada contra el frente del edificio ubicado en la esquina de Arroyo y Suipacha. Era un martes caluroso como cualquier día de verano en la casona de estilo francés donde funcionaba la Embajada de Israel. 

La casa no era un edificio de oficinas como cualquier otro, había sido construida en la década del 20' y a partir de los 50' se transformó en la sede diplomática de Israel en Argentina. El barrio donde estaba ubicada la casona correspondía al viejo Barrio Norte de la Ciudad de Buenos Aires. Estaba muy cerca de la estación Retiro, a una cuadra de la Avenida Libertador y a dos cuadras de la Avenida Santa Fe.

La causa, que se transformó en el primer atentado terrorista ocurrido en Argentina, llegó a la Corte Suprema sin detenidos y permanece impune al día de la fecha. Hubo numerosas hipótesis sobre los motivos del ataque pero la principal sostiene que la organización Hezbollah, con base en Líbano y apoyada por la República Islámica de Irán fue la autora intelectual de ese ataque.

Uno de los hechos más recordados en relación a la investigación fue la detención de cuatro ciudadanos de Paquistán que quedaron liberados una semana más tarde pero continuaron vinculados a la causa durante siete años, hasta que finalmente fueron sobreseídos; y la imposibilidad de determinar el número preciso de muertos, cifra que se supo con exactitud casi siete años después de ocurrido el hecho.

Educar en la memoria

En el año 2017 el Congreso de la Nación sancionó la ley 27.417 que establece el 17 de marzo como el Día de Solidaridad con las Víctimas del Atentado a la Embajada de Israel y establece que esta temática sea incorporada, a través del Consejo Federal de Educación, en el plan de estudios de las escuelas argentinas.

En este 31 aniversario, la Embajada de Israel en Argentina lanzó un sitio web con materiales y herramientas pedagógicas que pueden servir de soporte para los contenidos que se implementarán en diversos ámbitos educativos con el fin de concientizar a la población sobre lo ocurrido. Para la elaboración de los materiales, la embajada contó con el acompañamiento del Ministerio de Educación de la Nación y la colaboración de diversos medios de comunicación que facilitaron material periodístico de la época. 

El sitio dispone de un espacio de testimonio de sobrevivientes y familiares y, por otro lado, una sección consagrada a la memoria de aquellos que perdieron la vida en el atentado en la voz y el recuerdo de sus seres más cercanos.

ANDREA GINESTAR

aginestar@mdzol.com

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