El 16 de septiembre de 1955 comenzó oficialmente la administración del Estado Argentino la dictadura cívico-militar que se autodenominó "Revolución Libertadora", mientras que generalmente se la conoce como "La Fusiladora", que comenzó con un bombardeo a civiles y ciudadanos el 16 de junio de 1955 en Plaza de Mayo, para luego conseguir el poder el 19 de septiembre del mismo año.  

De esta manera, clausuraron el Congreso Nacional, depusieron a los miembros de la Corte Suprema, a las autoridades provinciales, municipales y universitarias y puesto en comisión a todo el Poder Judicial.  

Tras más de dos años, organizó unas elecciones condicionadas (por el exilio y prohibición del Peronismo), en las cuales le trasladaron el gobierno al radical Arturo Frondizi, el 1 de mayo de 1958, a quien también derrocarían en 1962.