29 de marzo de 2024

Nacionales 04/01/2020

ADN del crimen: el archivo fantasma de un comisario

Por Gustavo Carabajal

El actual jefe de la seccional policial de Lobos fue acusado de encubrimiento en la investigación del asesinato de Marisol Oyhanart; otros seis policías están en la mira de la Justicia por la sucesión de pistas falsas.

Cuando Marisol Oyhanart, de 38 años, fue asesinada, en abril de 2014, el oficial principal de la policía bonaerense Pablo Fernando Gallo se desempeñaba como jefe de calle de la comisaría de Saladillo. Desde ese puesto clave, el uniformado participó de la búsqueda de la maestra jardinera, madre tres hijos, cuyo cuerpo fue hallado al día siguiente junto a un tapera, a quince cuadras de su casa. Gallo estaba al mando de los policías que debían investigar el hecho que comenzó como una averiguación de paradero y terminó en un homicidio.

Según la Justicia, Gallo no hizo nada de lo que debía. Al contrario, en lugar de tratar de encontrar al asesino de Marisol, habría borrado de una computadora cinco archivos con las imágenes de una cámara de seguridad que registró el paso de Marisol y que permitirían identificar al autor del homicidio que conmocionó a Saladillo.

Gallo, quien actualmente es comisario y está al mando de la seccional de Lobos, fue el primero de siete policías sospechados de desviar la investigación del homicidio de Marisol en ser acusado formalmente de encubrimiento. Al quedar imputado en el expediente, el actual comisario quedó al borde de la indagatoria y del eventual procesamiento.

Si los actuales investigadores del femicidio de Marisol hubieran contado con esos archivos podrían establecer, por ejemplo, si la maestra jardinera fue seguida por su asesino. Pero los registros con las imágenes de la cámara de seguridad grabadas entre las 15 y las 15.30 fueron borrados. Así lo determinó el peritaje realizado por un instructor informático de la Procuración bonaerense.

Además de los videos, hubo otras pruebas que desaparecieron del listado de efectos de la víctima. Se trata de una calza negra con quemaduras realizadas con un encendedor de un automóvil y las zapatillas de la maestra jardinera.

El cuerpo de Marisol fue hallado al día siguiente de su desaparición, al costado de una tapera situada en las afueras de la ciudad. Luego de revisar la escena, los peritos concluyeron que el cadáver fue colocado en ese lugar después del rastrillaje policial.

El supuesto objetivo de borrar las imágenes de la cámara de seguridad y hacer desaparecer otras pruebas apuntaría a evitar que la investigación avance sobre un empresario agropecuario de la zona, examante de Marisol y con estrecha relación con los policías denunciados.

Según un informe realizado en la Procuración bonaerense, se borraron cinco archivos del disco rígido Seagate Barracuda de 500 GB, tipo SATA que se envió a revisar a esa dependencia.

Dicho disco rígido, según consta en el expediente, corresponde a la computadora en la que se grababan las imágenes de la cámara de seguridad instalada en el taller de chapa y pintura El Chispa, situado en la esquina de Hipólito Yrigoyen y Saavedra, en Saladillo.

Se trata de la única cámara de seguridad instalada en el camino que recorrió Marisol cuando salió de su casa, minutos después de las 15, el 14 de abril de 2014, para realizar una actividad aeróbica.

Elsa Zulema Schuft, dueña del taller, afirmó ante la Justicia que le entregó la computadora al oficial principal Pablo Gallo. Según la testigo, el policía retiró el disco rígido veinte días después del homicidio de Marisol sin presentar ninguna orden judicial.

La mujer manifestó que unos días después que le llevaron la computadora le pidió al policía Gallo que se la devolviera. Pero, según la testigo, el oficial le ofreció entregarle otro CPU con una memoria nueva. Sin embargo, la dueña del taller rechazó la propuesta y exigió que reintegraran la misma computadora.

De forma irregular, y sin que se consignara en ningún registro, el policía acusado le devolvió la computadora a la propietaria del taller.

Esa orden judicial, imprescindible para el resguardar la cadena de custodia de una prueba y en el contexto de un procedimiento legal que se confeccionó más de dos meses después de que la computadora, fue retirada por el policía Gallo de la casa de la dueña del taller mecánico.

En ese momento, los efectivos de la comisaría de Saladillo ya habían sido apartados de la investigación del homicidio de Marisol por las numerosas irregularidades registradas durante la búsqueda y ante la sospecha de que hubieran plantado pruebas para desviar la pesquisa.

El sospechoso de siempre

Luego de apresar a un sospechoso, a partir de esas pruebas falsas aportadas por los policías que llevaron a declarar a testigos que negaron todo lo expuesto por los uniformados de la seccional de Saladillo, se apartó del caso la funcionaria judicial que tenía a su cargo la investigación.

Esta funcionaria avaló la detención del imputado Johnatan Bianchi, quien fue liberado días después por el juez de Garantías César Melazo -hoy detenido como supuesto jefe de una banda criminal-, ante los elementos falaces con los que se había fundado la acusación por su presunta responsabilidad en el homicidio de Marisol y cuando se comprobó que no estuvo en Saladillo en el momento del asesinato.

A pesar de los años transcurridos y de la falta de pruebas en su contra, Bianchi sigue imputado en el expediente.

Con la presentación de una orden judicial, el 14 de junio de 2014 la dueña del taller entregó el CPU a los efectivos de la Dirección Departamental de Investigaciones de La Plata. En el peritaje realizado el 24 de junio de 2014, el técnico de la Procuración bonaerense concluyó que "el archivo SYS20140414.mdb sufrió un cambio el 6 de mayo de 2014 a las 5.47".

Según el perito informático, los últimos seis dígitos del archivo identifican la fecha de la creación: el 20 de abril de 2014. "No se encuentran los archivos de audio o video que corresponden a las fechas 13, 14 y 15 de abril de 2014 y no es posible recuperar los archivos que corresponden a esas fechas", indicó el técnico.

Ese peritaje fue incorporado en el expediente que se instruye por el homicidio de Marisol a fines de junio de 2014. Hace un mes, la dueña del local declaró ante la Justicia y señaló al policía Gallo como el uniformado que retiró la computadora sin la orden correspondiente.

Al cruzar la información aportada por la testigo con el informe del perito se determinó que los archivos con las imágenes de la cámara de seguridad 8 se borraron el 6 de mayo de 2014 a 5.47.

"Se observa que el sistema de captura, literalmente, perdió cinco archivos de abril de 2014. Se observan cinco registros del 14 de abril de 2014 correspondientes a la cámara 8 que se perdieron".

Con estos datos, la fiscal de La Plata, Ana Medina, quien se hizo cargo de la investigación del homicidio de Marisol, en los últimos meses, después que otros colegas se excusaron, imputó al policía Gallo de supuesto encubrimiento agravado por haber sido cometido por un funcionario público. Con la eventual de indagatoria de Gallo, los investigadores esperan que se quiebre el muro de silencio levantado para cubrir al asesino de Marisol.

Por: Gustavo Carabajal para La Nación 

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