El Arzobispo de La Plata, Monseñor Gabriel Mestre, habló con Todo Provincial sobre la situación en los barrios humildes y la escasez de alimentos en comedores populares. "Sin ser alarmista hay que advertir que el ajuste no se puede hacer con un plato de comida", advirtió.

La máxima autodiad de la Iglesia platense destacó el documento publicado por la Conferencia Episcopal advirtiendo por falta de alimentos. «El documento plantea una realidad que los obispos, curas y mujeres de Cáritas vemos en todo el país. Es contundente y equilibrado, sin intención politiquera ya que marca la situación objetiva de los últimos dos meses pero también el problema inflacionario que lleva varios años», analizó Mestre.

Y aseguró: «Es un tema sumamente preocupante y transmite imágenes claras como la de una mamá que deja de tomarse un colectivo para ahorrar pero no puede dejar de alimentar a sus hijos».

En cuanto a la situación que se percibe en la arquidiócesis de La Plata, Mestre expresó: «Aumentó la demanda y en algunos casos se cortó el envío de alimentos sin mucha explicación. Nosotros estamos de acuerdo con que se audite que el dinero llegue a donde corresponde pero parece que hay una demonización a priori del intermediario que a veces es una ONG, a veces una iglesia evangélica, otras una católica o movimientos sociales».

Y reforzó: «El Estado debe auditar y actuar si encuentra algo deshonesto pero siempre algún intemediario debe haber porque es imposible recibir uno por uno como dijo la ministra».

La autoridad religiosa aseguró que los problemas para acceder a alimentos de calidad no solo afecta a los sectores más pobres sino también a jubilados y trabajadores.

«Los planes sociales cubren lo básico y lo mínimo. Mi experiencia en Mar del Plata y en La Plata me marca que nadie especula con este tipo de ayuda y que todos desean un trabajo digno», apuntó.

Sobre la posibilidad de un estallido social en los barrios populares, el Arzobispo de La Plata consideró: «El pueblo es muy paciente pero el riesgo está. Sin ser alarmista hay que advertir que el ajuste no se puede hacer con un plato de comida como marca el documento en forma contundente. Por ahora no se percibe un clima violento pero si una gran incertidumbre».