Nacionales 11/09/2025
Paros y una gran marcha federal contra la motosierra libertaria
Luego del veto presidencial a la ley de Financiamiento Universitario, estudiantes, docentes y autoridades anticipan un nuevo plan de lucha con paros y movilizaciones para ponerle un freno al ajuste sin fin, en la que ya se perfila como la "Tercera Marcha Federal" en defensa de las universidades, en un contexto donde la falta de presupuesto asfixia a las casas de altos estudios y muchos profesores migran al sector privado u otros empleos para subsistir.
La primera reacción será un paro general universitario que se llevará a cabo este viernes 12 de septiembre, según confirmó a la 750 el secretario General de la Federación de las Universidades Nacionales (Fedun), Daniel Ricci, quien dijo además que la decisión del veto del presidente Javier Milei a la ley aprobada por amplia mayoría en el Congreso representa "su odio a las universidades públicas".
Un gobierno analfa veto
El veto de Javier Milei al Garrahan
Pero además, los universitarios se volverán a movilizar en los próximos días al Congreso de la Nación cuando la Cámara de Diputados discuta el veto presidencial. "Esperemos que estén a la altura y lo rechacen", se esperanzó Ricci.
Es probable que esa movilización suceda el miércoles 17, y podrían confluir también los médicos del Garrahan y los jubilados.
"Lo único que no odia es el 3 por ciento de Karina Milei. Lo único democrático que tiene es ir en contra de todos los argentinos", lamentó el líder de Fedun.
Será la tercera gran marcha universitaria bajo el gobierno de Milei, que en 2024 ya había vetado la ley de financiamiento, aunque en aquel entonces el Congreso, alineado a la motosierra libertaria, no logró imponerse a la decisión presidencial. Ahora, docentes, gremios y estudiantes esperan que el parlamento ratifique la ley sancionada por 158 votos.
Otros vetos que atrasan
El presidente firmó los vetos a las leyes de Financiamiento Universitario y Emergencia en Pediatría este miércoles por la tarde, apenas 72 horas después de que el gobierno prometiera una "autocrítica profunda" y la convocatoria al diálogo a los gobernadores.
Ambas leyes fueron aprobadas por una amplia mayoría parlamentaria, por lo que es posible que sean ratificadas cuando el Congreso debata los vetos, por lo que la Casa Rosada podría sufrir un nuevo revés parlamentario.
Además de los universitarios, los médicos y trabajadores del Hospital Garrahan también preparan movilizaciones y huelgas para expresar su rechazo al veto presidencial de una ley que, en su caso, garantizaba presupuestos mínimos, recomposición salarial y asignación prioritaria de insumos críticos durante un año para el centro de salud.
"En un tiempo no habrá pediatras en las guardias", anticipó Guadalupe Pérez, jefa de Clínica de Epidemiología del Garrahan, en diálogo con la 750, donde además advirtió que la normativa no representaba un gasto extraordinario para el Estado. "Vamos a marchar con las universidades para demostrar que el pueblo necesita estas instituciones, necesita salud y educación pública -agregó la médica- no vamos a dar un paso atrás porque son un baluarte. Esperemos que la sociedad nos acompañe".
Por su parte, Ricci lamentó: "El Gobierno sigue insistiendo en las políticas de ajuste y destrucción".
Cómo impacta el ajuste a las universidades
El decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, Guillermo Durán, observó con preocupación el veto a la ley de financiamiento y afirmó que sin presupuesto actualizado "se hace difícil sostener el funcionamiento de las facultades". "Los docentes comienzan a irse al sector privado y la calidad se deteriorar muy fuertemente", dijo con pesar en declaraciones a la 750.
"Estamos con una gran preocupación por la decisión del gobierno de vetar la ley que otorgaba financiamiento universitario. Deberían darnos un aumento del 45 por ciento para empatarle a lo que cobrábamos el 1 de diciembre de 2023", sostuvo, y lamentó el atraso presupuestario: "Los gastos están retrasados, determinaron un 20 por ciento de reajuste cuando la inflación del año pasado fue de 118 %".
Ricci agregó un dato central: el feroz ajuste que sufre el sistema científico. "Cuando hablamos de inversión en ciencia y tecnología, Argentina tiene un 0,11. Israel, un país que le gusta a Milei, tiene un 6 por ciento; Estados Unidos un 5 por ciento; China, un 4,5 por ciento", enumeró.
"Cuando vemos que en el mundo se discuten las nuevas tecnologías, vemos que Argentina quedó rezagada. Nos lleva a ser un país meramente extractivista. Ahora vemos que los dólares no van a alcanzar nunca si vamos a tener que importar todos los insumos tecnológicos. Esto condena a la miseria y el hambre a más del 90 por ciento del pueblo argentino", lamentó el líder de Fedun.
Ricardo Manetti, decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, afirmó que el veto no los tomó por sorpresa. "Si hay veto, hay marcha", retrucó. "Planteamos al Congreso que defiendan lo que votaron. El año pasado no lo hicieron y les pedimos que este año sí lo hagan. La educación pública es clave para el país", señaló, también en declaraciones a la 750.
En tanto, Franco Bartolacci, vicepresidente del Consejo Interuniversitario Nacional, también expresó su preocupación y malestar por el veto, y señaló que "el presidente tenía en la mano la posibilidad de corregir errores, promulgando una ley sin comprometer fiscalmente nada, y decidió avanzar con un veto que no sólo genera dificultades para desarrollar con normalidad las actividades, sino que confirma una forma de entender el lugar que ocupa la educación pública".
"Requería una inversión del 0,1 por ciento del PBI. Necesitamos que la sociedad argentina, que fue la que nos abrazó y nos trajo hasta acá con su compromiso solidario, nos acompañe en esa manifestación para pedirle al Congreso que sostenga esta ley. Si no, vamos a estar en una situación límite", lamentó.
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