El doctor Guido Enrique Mastrantonio Garrido visitó ayer nuevamente nuestra ciudad convocado por el Municipio tras el fallo judicial vinculado a la presencia de arsénico en el agua potable. Mastrantonio es doctor en Ciencias Exactas, Bioquímico, investigador del CONICET y titular de la cátedra de Toxicología de la UNLP.

"El arsénico es un tema que está presente no solo en muchos municipios bonaerenses, sino en todo el país. Es un problema conocido desde hace mucho tiempo. Ya a principios del siglo XX, se sabía acerca de sus efectos en la salud, con mucho impacto en provincias como Chaco y Córdoba. En el caso de Buenos Aires, tenemos niveles relevantes y es importante saber qué alternativas hay para remediar esa problemática. En nuestra normativa, el Código Alimentario Argentino valida la presencia de arsénico en agua hasta 50 partes por millón (0.05 mg/L), mientras que la Organización Mundial de la Salud recomienda un límite de 0.01 mg/L (10 ppb). Tanto la Ley Nacional como la Ley Provincial, hacen referencia al valor de 0.05 (50 partes por millón) y nosotros nos guiamos por eso. Y si hay que discutir la ley para corregirla o modificarla, se hará".

"Si el agua potable que sale de la canilla tiene informes de potabilidad válidos, es apta para consumo. Y tengo mis reservas sobre el mapa de arsénico publicado por el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA). Nosotros contamos con mapas con bases más robustas, con la participación de hidrogeólogos y muestreos mucho más representativos, donde se habla de riesgo de exposición a arsénico en cuatro regiones de la provincia de Buenos Aires, con valores menores en cerca del 87% de todo el territorio. El problema más grave de exposición a arsénico, en general no se da en las ciudades medianas o grandes, sino en pequeñas localidades, parajes rurales o poblaciones dispersas. Así lo demuestran distintos estudios de universidades nacionales, como también el INTA y el INTI. Eso ocurre porque en zonas rurales, las perforaciones tienen menor profundidad y el arsénico está en mayores concentraciones".

El fallo judicial apelado

El director de Asuntos Legales del Municipio, Marcelo Dellatorre, indicó que "el fallo del Juzgado Contencioso Administrativo 4 de La Plata, fue apelado por considerar que Saladillo no tiene posibilidad alguna de suministrar agua potable de fuentes superficiales. Extraer agua de arroyos o ríos, llevaría mucho tiempo de estudios y grandes inversiones. Por lo tanto, el Municipio de Saladillo se ve imposibilitado de brindar ese tipo de agua superficial",

El intendente José Luis Salomón dijo que "nosotros no captamos agua de superficie, como lo hacen municipios vecinos que tienen arroyos o cursos de agua cercanos. Nuestra agua es captada de acuíferos subterráneos".

"El Municipio cumple con lo que establece la normativa vigente del Código Alimentario Argentino, en cuanto a niveles de arsénico. Ahora hay que esperar para ver qué resuelve la Cámara de Apelaciones".