Deportes 28/07/2025
El equipo de Russo perdió con Huracán y lleva 11 partidos sin ganar
Los malos momentos, como también los buenos, no suelen ser para siempre. El ciclo se termina interrumpiendo por diferentes circunstancias. Pero la situación se vuelve más alarmante cuando los primeros se extienden en el tiempo, y no hay respuestas para detenerlos. Boca se ubica en esta posición y hasta ya alcanzó un récord.
La sorpresa para el partido ante Huracán, como sucede ante cada presentación, fue la aparición del chico Delgado en la mitad de la cancha. El volante central no había tenido participación en el ciclo de Miguel Russo, y jugó al lado de Paredes en Parque Patricios. El problema fue que se ubicó del medio hacia la izquierda, y eso le quitó preponderancia en el juego.
El déficit de Boca es tan grande que no pudo rematar al arco en todo el primer tiempo. Huracán fue el dominador absoluto de esa etapa, y no logró ponerse en ventaja sólo por la falta de puntería en la definición. Bisanz desperdició una gran chance en el descuento, cuando enfrentó a Marchesín y la pelota dio en el cuerpo del arquero.
El equipo local tenía a Miljevic como el hombre más destacado, no sólo por lo que aportaba en el armado del juego ofensivo, sino también por el sacrificio en el momento de recuperar la pelota. El desarrollo de toda la primera mitad fue en el campo visitante, como para dejar en claro el bajo nivel de ese plantel.
El presente de Boca quedó evidenciado antes de iniciar la segunda parte. El uruguayo Merentiel había sido reemplazado por Milton Giménez, pero nadie se lo había comunicado. La imagen curiosa fue cuando Merentiel estaba entre los 11 que iban a iniciar esa etapa, en lugar de quedarse el vestuario o directamente sumarse al banco de suplentes. La molestia por la situación fue clara, y Merentiel se retiró directamente al vestuario cuando tuvo que dejarle su lugar al exBanfield.
Boca mostró una leve reacción en los primeros cinco minutos del complemento, cuando adelantó sus líneas y trasladó el desarrollo hacia las cercanías del área de Meza. El momento duró apenas ese tiempo, debido a que Huracán ajustó las marcas y volvió a tener la inciativa del partido.
La consecuencia del fútbol del conjunto de Kudelka tuvo su recompensa a los 19 minutos, cuando el estadounidense Miljevic convirtió el único gol con una gran resolución. El remate hizo que la pelota igresara en el ángulo superior derecho del arco de Marchesín, después de una buena acción colectiva.
Lo que le viene ocurriendo a Boca se repitió nuevamente en Parque Patricios: cuando el equipo se encuentra en desventaja no tiene los argumentos futbolísticos para revertir esa situación. El único tiro al arco del equipo fue en los últimos tres minutos del partido, cuando el ingresado Zenón probó de zurda pero sin convicción.
Boca volverá a jugar dentro de dos semanas, cuando reciba a Racing. El tiempo lo tendrá que aprovechar para reorganizar su situación interna, y tomar el rumbo correcto. De esa manera, la Bombonera no se transformará en una caldera.
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