Una de las favoritas y cada vez más adoptadas por los pescadores deportivos. Dan pelea y muchas satisfacciones ya que podemos encontrarnos cara a cara con ellas en cualquier laguna de los rincones argentinos. Y llevando pocos bártulos.

En la jerga de sus buscadores se las suele reconocer como los "submarinos amarillos". Bellas, de colores tan diversos como su intensidad a la hora de ser arrastradas, las carpas vienen registrando un aumento exponencial en el interés de los pescadores deportivos. Esta claro que esta especie no es autóctona pero salvo en la Antártida han sido introducidas en todo estanque y laguna de aguas dulces  de nuestro territorio , y no sólo por su atractivo estético y por el imponente tamaño que pueden alcanzar.

Una de las explicaciones está en la técnica sencilla que ofrecen para ser pescadas; no hace falta cargar con un gran arsenal: empleando equipos livianos es posible alcanzarlas si se cuenta además con buena mano y algo de suerte. Son muchos los lugares de pesca donde encontrarlas, entre ellos clubes de pescadores, costaneras, en el río salado y diversas lagunas del país. Y sin necesidad de hacer grandes distancias.

A la hora de picar prefieren los harinados a base de maíz que también han demostrado ser mucho más gustosos para bogas, sábalos, bagres y viejas del agua, por ejemplo. Además ha aparecido en el mercado una carnada que revolucionó esta pesca: a nosotros nos dio excelente resultado el Harinado Goleen Carp. Luego el secreto de esta carnada es simple, se basa en cebar mucho más la zona de pesca. 

Si la idea es prepararla en forma casera aquí va la receta; es necesario ligar la masa, empleando otro ingrediente: se  hierve una batata por kilo de harinado y se la une, siendo también muy bueno agregarle un poco de vainilla antes de mezclar todo y formar la bola de masa. Para este tipo de trampa gastronómica se emplea un resorte, de esa forma se logra que la masa no se salga fácilmente; es clave que esta pieza quede en el centro de la misma.

Otro punto a tener en cuenta es el lance, no hace falta hacerlo desde muy lejos para tener éxito, desde muelles o costaneras, por ejemplo, bastará con balancear el aparejo y lograr unos 10 metros de distancia. Una vez realizado el lance es fundamental aflojar completamente la estrella puesto  que una carpa de 4 kilos ya tiene la fuerza suficiente para llevarse la caña en su primer corrida.

Y por último otro elemento que ayuda bastante es la campanilla que se coloca en la punta de la caña que intenta detectar con sus sonidos el momento en que el pez está comiendo la masa.

Si tiene suerte en la clavada, prepárese para disfrutar de una pesca hermosa, las carpas grandes ofrecen una gran resistencia cansando los brazos del pescador mas entrenado.

Gabriel Lópes Rivera