Nacionales 01/10/2025
Tras su captura
Tras ser capturado por la autopista Panamericana Sur, en la localidad de Pucusana, a 73 kilómetros de la capital de Perú, Tony Janzen Valverde Victoriano, apodado como "Pequeño J", negó tener relación con el crimen de Morena Verdi, Brenda Loreley Del Castillo, y Lara Gutiérrez, las tres jóvenes argentinas asesinadas de forma brutal en una casa de la ciudad bonaerense de Florencio Varela. "Me echaron la culpa nomás, nosotros no matamos a nadie", fueron sus primeras declaraciones ante la prensa después de su aprehensión. En las redes sociales ya circulan videos del momento de su detención, con los brazos esposados por detrás, un chaleco naranja fluorescente con la descripción "Detenido", y rodeado de efectivos de la fuerza de Perú. Las cámaras y los micrófonos de la prensa local lo siguen. Atrás suyo se ve el camión en el que intentaba escaparse de la policía y llegar a Lima -que gracias a un paro de pescadores se vio obligado a bajar la velocidad y quedó trabado en medio de la ruta-.
"Pequeño J" es un hombre que acaba de cumplir los 20 años (nació el 10 de septiembre de 2005), nacido en la ciudad La Libertad. Se crió en el asentamiento Nueva Indoamérica del distrito de La Esperanza, uno de los más violentos de la ciudad norteña de Trujillo. En ese barrio surgió la banda "Los Injertos de Nuevo Jerusalén", la que lideraba su padre, Janhzen Valverde Rodríguez, hasta ser asesinado en diciembre de 2018 por los rivales, "El Gran Marqués". Sobre Tony pesaba un pedido de captura nacional e internacional desde el viernes a la noche, cuando las autoridades difundieron su identidad por temor a que abandone el país.
En tanto, el joven sicario peruano fue atrapado en el anochecer de este martes gracias a la coordinación de los efectivos de la DDI La Matanza de la Policía Bonaerense y la fuerza de Perú, tras una investigación que incluyó tareas de inteligencia y monitoreo de los buscados a través de sus teléfonos celulares.
A 11 días del crimen atroz de las tres chicas de entre 20 y 15 años, "Pequeño J" se había escapado de la provincia de Buenos Aires. Los efectivos de la DDI La Matanza sabían que se iba a ir a Perú. Además, el joven nunca dejó de mantener el contacto con su grupo delictivo.
Este martes a las 22 tenía que encontrarse con su presunta mano derecha, Matías Agustín Ozorio, en una plaza de Lima cercana a la estación Los Olivos. No sabía que, varias horas antes, había sido detenido su colega. Los agentes evitaron dar a conocer la noticia de forma temprana a los medios nacionales para que no se enterara. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, casi arruina el operativo cuando reveló desde sus redes sociales, para hacerse de la primicia, la detención de Ozorio a las 5 de la tarde.
"Si Valverde Victoriano se enteraba de la detención de Ozorio iba a escapar. La Policía peruana tomó el celular de Ozorio y se comunicaba con Pequeño J haciéndose pasar por su mano derecha para ver por dónde venía circulando. Valverde Victorino nunca sospechó que en lugar de hablar con su ladero lo hacía con la Policía", remarcó la fuente.
Y añadió: "Cuando recibimos la información de que iba escondido en un camión aceleramos la investigación para poder detenerlo, ya que en cuestión de minutos iba a enterarse que más temprano habíamos agarrado a su mano derecha y se iba a dar cuenta que estaba hablando con la policía", detalló la fuente.
Allí finalmente, los efectivos de civil y encubiertos frenaron al camión en cuestión y dentro del mismo hallaron escondido al criminal.
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