Hace dos dias recibimos estos índices, que solo parecen fríos números, pero para quienes vivimos en ciudades donde nos conocemos todos, tienen rostros, nombres y apellidos, por lo que nos afectan de otra manera .

Según los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC, el indice de pobreza de nuestro país en el primer semestre de 2021, fue del 40,6% y alcanza al 31,2% de los hogares de los argentinos, mientras que la indigencia llega al 10,7%, y toca al 8,2%. El dato es perturbador, y si lo desglosamos, aún más: 

El informe destaca que el 54,3% de las personas de hasta 14 años son pobres.

El 48,5% de los jóvenes entre 15 y 29 años se encuentra en situación de pobreza. 

El 36,3% del grupo de entre 30 a 64 años, está también en esa situación.

El 13,8% de la población mayor a 65 años se encuentra en situación de pobreza.

La pobreza infantil no solo afecta al presente de las niñas y niños que la sufren, sino que tiene consecuencias que se proyectan en el mediano y largo plazo. Hoy más de la mitad de los niños (el 54,3%) no tiene acceso a la salud lo que no solo tiene consecuencias en el presente sino que tendrá consecuencias en su desarrollo futuro. Estarán afectados en su crecimiento físico y no tendrán el cerebro desarrollado en forma óptima para el aprendizaje. Con su aprendizaje afectado, no tendrán capacidad de trabajo para obtener ingresos a lo largo de su vida; la violencia, termina siempre por sumarse a sus problemáticas. 

A la pobreza infantil, se le suma la de un 48,5% de jóvenes que en el presente no pueden acceder a los bienes básicos para desenvolverse en sociedad y el futuro, se les vuelve una incógnita inmensa.  

Es cada vez más difícil imaginar un mejor futuro para la Argentina cuando maltratamos de tal forma a nuestro principal capital para salir adelante, los niños, niñas y jóvenes que deberían ser más sanos, más fuertes y más inteligentes de lo que nuestras generaciones han sido, para lograr cambiar el rumbo de nuestro país.

Estos números no deben solo indignarnos, deben movilizarnos al compromiso y al trabajo conjunto para revertir una situación que necesita de todos nosotros.

Profesora Silvia Cappelletti