Nacionales 12/04/2024
Funcionaban en Monte Chingolo, Bernal y Quilmes
La Policía Federal detuvo este jueves a cuatro personas involucradas en el manejo de una red de centros de salud que funcionaban sin la documentación en regla y empleaban a personal carente de matrícula médica, en las localidades bonaerenses de Monte Chingolo, Bernal y Quilmes.
Así informó el Ministerio de Seguridad de la Nación sobre la organización delictiva dedicada a explotar comercialmente varios centros de salud y reclutar a falsos médicos. El operativo fue llevado adelante por la División Delitos Contra la Salud Pública de la Policía Federal, luego de una larga investigación de dos años en articulación con el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal de Lomas de Zamora, a cargo del juez Ernesto Kreplak.
La denuncia fue realizada el 23 de marzo de 2022 por el familiar de un policía que había sido a atendido en uno de los centros por un "médico" --el principal detenido de la causa-- que primero se presentó con una especialidad y, cuando el paciente volvió a la semana siguiente, el mismo hombre ejercía otra especialidad.
A raíz de estas irregularidades, se inició una investigación que contó con la intervención de líneas telefónicas, hasta dar con los titulares de la clínica, que resultaron ser una mujer y sus dos hermanos (uno de ellos lleva adelante la contaduría y el otro la parte administrativa). Mientras que los dos hombres fueron detenidos, la mujer logró escapar y actualmente se encuentra prófuga.
Con ellos trabajaba una persona que se dedicaba al área de recursos humanos, que también quedó bajo arresto. El hombre hacía las veces de coaching u organizador y se encargaba de atender las quejas o reclamos de pacientes que habían recibido una mala atención, tratando de ofrecer compensaciones como consultas gratis u otros servicios.
El negocio era rentable. Al estar ubicados en la zona marginal de Monte Chingolo, en los límites con Almirante Brown y Bernal, desde los que resulta complejo llegar a los centros más urbanos, las clínicas manejaban una demanda impresionante de gente y por cada paciente entraban unos ocho mil pesos.
El médico que no era médico atendía como cardiólogo de niños, partero y odontólogo, entre otras especialidades. Al momento de la consulta, usaba la matrícula de su padre, profesional ya jubilado, y se hacía pasar por él, aprovechando que ambos comparten nombre y apellido.
El hombre realizaba diagnósticos de enfermedades, tratamientos médicos complejos, impartía recetas y medicaba, intentando derivar a los pacientes a los centros de diagnóstico por imágenes que regenteaban los mismos dueños, con estudios como mamografías, endoscopias, ecografías, electrocardiogramas, y encefalogramas.
Si bien el juzgado verificó que los demás profesionales estaban inscriptos en el Ministerio de Salud y aún se investiga si están autorizados para trabajar en Provincia. El perfil de los empleados se caracteziba por ser gente muy joven, nueva, con pocos conocimientos y mal pagos. Por eso se renovaban constantemente.
Con la evidencia recabada, el Juzgado ordenó doce allanamientos en los centros médicos y seis órdenes de presentación en farmacias.
De los cuatro institutos pertenecientes a esta red, tres fueron clausurados. Dos de ellos, ubicados en Almirante Brown, contaban uno con 7 médicos y 5 empleados (en los que se encuentra el falso médico detenido) y otro con 3 médicos y 2 empleados, mientras que en el restante, que se encuentra en la localidad de Quilmes, atiende un solo médico y 4 empleados. Solo uno de los centros quedó habilitado, ya que las autoridades determinaron que tenía toda la documentación en regla.
Por otro lado, unas cinco o seis cuadras a la redonda de los centros, la Policía emprendió un "paraguas sanitario" en las farmacias cercanas y hallaron que ya varios pacientes habían pasado por los establecimientos a compras medicamentos bajo recetas a nombre del hombre. Muchos de ellos atestiguaron que, en efecto, habían sido atendidos por el acusado en alguna de sus múltiples especialidades.
Todos los detenidos están imputados por "asociación ilícita". Por su parte, el falso médico está imputado, además, por "ejericcio ilegal de la medicina"; "estafa", por el ardid de someter a los pacientes a pagar una cuota para recibir servicios de un profesional que en realidad no lo es; y la infracción al art. 32 de la ley de documentación por haberse identificado en más de una oportunidad con el nombre de otra persona.
Durante los procedimientos se secuestraron talonarios de recetas médicas, sellos médicos, historias clínicas, una computadora, tres teléfonos celulares, un vehículo, e importantes cantidades de dinero, en los que se contaron unos seis millones de pesos y 15.000 dólares.
Informe: Carla Spinelli
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