Nacionales 14/11/2025
Los camaristas pretenden acelerar el juicio oral
En la audiencia de este jueves, en el juicio conocido como Cuadernos se abordó la escandalosa e ilegal intervención de la Cámara de Casación que, presionada por los medios alineados con el macrismo, le exigió al Tribunal Oral que hiciera audiencias 3 veces por semana y que fuera en modo presencial, no telemática (el término que usan los jueces). El objetivo político es que haya condenas antes de las elecciones de 2027 y, sobre todo, que haya show, o sea que se fotografíe cuantas veces se pueda a los imputados, especialmente a Cristina Kirchner. En un escrito de 14 páginas, los jueces se rebelaron a la Casación y le contestaron de manera dura: mantuvieron la modalidad remota, que es la utilizada en casi todos los juicios que hoy tramitan en Comodoro Py.
Señalaron Enrique Méndez Signori y Fernando Canero, con el agregado de Germán Castelli, que las modalidades del juicio fueron acordadas en una audiencia con todas las partes el 23 de septiembre y con criterios que se fijaron hace casi un año, en diciembre de 2024. O sea, el Tribunal le dice, en otras palabras: "todos conocían como se iba a hacer el juicio y Uds salen a la cancha sólo por la presión mediática".
Además, los magistrados recuerdan que desde hace 6 años, cuando se sorteó la causa, vienen pidiendo más personal y un lugar para funcionar, porque ni siquiera tienen una sala adecuada para que declaren -esos sí de manera presencial- los imputados cuando presten indagatoria. Por ejemplo, no hay ningún recinto para unos 170 abogados, más los 87 imputados, más la fiscalía y su equipo, más la querella y su equipo y todo el equipo de los jueces. De hecho no hay sala que tenga los micrófonos necesarios.
Lo impactante es que los jueces recuerdan que hubo un solo imputado, Gabriel Romero, que pidió que el juicio fuera presencial. Por lo tanto, apeló y su postura fue rechazada por la Sala I de Casación en un fallo hasta furioso. Los jueces igualmente enumeran otros juicios que se están haciendo de manera remota, sin que hubiera problemas ni objeciones de los integrantes de Casación.
Lo que suena grotesco e ilegal es que la Casación intervenga sin que hubiera un recurso, que alguna parte se hubiera opuesto. La intervención es pura y únicamente por la presión política-mediática. Y, de hecho, presiona brutalmente sobre la independencia del Tribunal. En concreto, si los jueces ceden a la pretensión de la Casación y los medios alineados con el poder, pasan a ser títeres en cualquier resolución que adopten.
Lo que hicieron Méndez Signori, Canero y Germán Castelli fue mantener el sistema telemático y sólo sumaron una audiencia más por semana, los martes. Sin embargo, varios de los letrados les hicieron saber que ellos mismos, el Tribunal 7, tiene citados otros juicios para los martes, de manera que la agenda es incompatible. Los jueces quedaron en resolverlo, pero nadie sabe cómo se hará.
La Casación citó a los magistrados para el martes que viene. Lo asombroso es que varios abogados defensores pidieron también ser parte de esa audiencia en la que quieren plantarle cara a los camaristas. Parece cantado que les van a decir que no, que el encuentro es sólo con los jueces. Comodoro Py se juega a tapar el escándalo del intento de hacer el juicio con el calendario electoral en la mano y en función de las necesidades políticas. Hasta el embajador de Estados Unidos, Peter Lamelas, anunció que viene a garantizar las condenas de lo que ellos llaman populismo y ahora incluso comunismo.
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