Este año de elecciones legislativas se apartó de lo tradicional. Desde el desdoblamiento del mes de septiembre hasta la ceremonia de la Sesión Preparatoria y jura de nuevos concejales juntamente con la despedida de quienes cumplieron su mandato el pasado 10 de diciembre, que se realizó en el patio del Palacio Comunal.

Entre quienes dejaron sus bancas en el oficialismo local estuvo Celia "Paquita" Spavento, una concejala que cumplió su mandato con muy bajo perfil y atravesada por una dolorosa tragedia familiar que muchos de los presentes en esa despedida, desconocían.

Muchos otros y otras, no.

Por eso las palabras de Paquita también cobran un especial significado. Por sus agradecimientos y reconocimientos a todas y todos quienes la ayudaron a sobrellevar el peor drama que una madre puede sufrir como lo es la pérdida de un hijo. El agradecimiento a su madre y a su familia.

Y el agradecimiento más emotivo:

"Por supuesto a mi ángel que me mantiene en pie, que me ha acompañado en cada momento, en cada paso y, por sobre todas las cosas, que me ha regalado la posibilidad de encontrarme con personas maravillosas que me ayudan, ayudaron y ayudarán a recorrer este camino de la vida".

El abrazo de Cecilia Bustamante, de esos abrazos que duelen de amor, simbolizó y sintetizó el deseo de muchos de quienes estuvieron presentes en el lugar.

La presencia de Guido Simonetti, el "Ángel" de Paquita, sobrevoló el lugar. La resiliencia de Paquita hizo el resto.

Cumplió su mandato como concejal colocando el rol de la política donde merece estar, hablando de diálogo y respeto, solicitando "a los que hoy asumen este hermoso desafío que lo hagan con compromiso, diálogo y consenso".

No hacen falta carteles ni pasacalles para reconocer a quien realizó su tarea en silencio, con un inmenso dolor a cuestas y agradeciendo a todos y todas, vale repetir sus palabras, quienes la ayudaron, ayudan y ayudarán en el camino de la vida.

AVG