25 de diciembre de 2025

Locales 25/12/2025

Reflexión - La banalización del horror y la memoria que sangra

Repudio a Lilia Lemoine

Reflexión - La banalización del horror y la memoria que sangra

Por Luis Perrière

Los huesos del mar aún susurran. Las olas devuelven, no los cuerpos, sino el eco de un llanto que no cesa. Y en ese llanto se mezclan los nombres de Lucía y Néstor, dos entre treinta mil, dos entre los que fueron arrancados de la vida, torturados, pasados por los infiernos terrenales de Buzos Tácticos y La Cacha, y finalmente arrojados al vacío acuático desde los vuelos de la muerte. Eran militantes. Tenían sueños, hijas, un futuro que les fue negado por un Estado que, en complicidad con poderes extranjeros, decidió que ciertas ideas merecían el silencio eterno.

Hoy, casi medio siglo después, la herida no solo permanece abierta, sino que le escupen sal. La carcajada de una diputada nacional, Lilia Lemoine, ante un chiste sobre que "los kukas no son waterproof (resistentes al agua)" en referencia a los vuelos de la muerte, no es un desliz. Es la punta de un iceberg de impunidad histórica y de un proyecto político que busca, precisamente, banalizar el horror para poder repetirlo.

No se trata solo de repudiar. Se trata de señalar el peligro mortal que implica esta banalización.

Cuando se convierte el exterminio en una broma, cuando se trivializa el mecanismo industrial de muerte que fue la dictadura, se está haciendo algo más que ofender a las víctimas: se está desactivando los anticuerpos sociales que impiden que el horror regrese. Se está diciendo, entre risas, que aquello no fue tan grave. Y si no fue tan grave, ¿por qué no podría volver a suceder?

El comentario en el programa FDC no es casual. Viene de un espacio político, La Libertad Avanza, que no solo cuenta entre sus filas a apologistas de la dictadura, sino que está financiado y respaldado por los mismos poderes profundos -nacionales e internacionales, con Estados Unidos a la cabeza- que impulsaron el Plan Cóndor y el golpe de 1976. Es la misma lógica: la del poder que decide quién vive y quién muere, quién tiene voz y quién es arrojado al olvido.

Juzgar solo a los ejecutores es una trampa histórica.

Si solo vemos a los verdugos materiales y nos olvidamos de los arquitectos intelectuales, de los financistas, de los que dieron las órdenes en Washington y en los despachos locales, de los medios que legitimaron, de los jueces que miraron para otro lado, y de quienes hoy, desde escaños y micrófonos, reivindican ese accionar... entonces la justicia es una farsa. Los autores intelectuales quedan libres, y su ideología se recicla en un traje nuevo, con chistes crueles y eslóganes modernos.

Por eso, la denuncia penal por apología del terrorismo de Estado (artículo 213 del Código Penal) es fundamental, pero no suficiente. La expulsión de Lemoine del Congreso sería un acto de higiene democrática mínimo. Lo que realmente necesitamos es una caracterización política clara: estos no son "opinadores polémicos". Son parte de un sistema que busca reinstalar la lógica del enemigo interno, de la represión como herramienta política, del poder profundo por encima de la democracia.

Mi familia, como tantas, lleva el duelo tatuado en el alma.

Lucía y Néstor no son una estadística. Fueron personas que amaron, lucharon y fueron destruidos por una maquinaria de terror. Sus hijas, criadas por mis padres, son testigos vivientes de ese vacío. Cada risotada que banaliza su sufrimiento es una nueva piedra sobre su tumba inexistente.

No permitamos que la memoria se convierta en un museo. Que sea un campo de batalla. Batalla contra el olvido, contra la impunidad de ayer y de hoy, contra quienes, con sonrisas cómplices, intentan blanquear el horror y preparar el terreno para su regreso.

Quienes vivimos el dolor que cesa exigimos:

1-Juicio y castigo a todos los responsables -materiales e intelectuales- del terrorismo de Estado.

2-Expulsión inmediata de cualquier funcionario que banalice, justifique o niegue los crímenes de lesa humanidad.

3-Reconocimiento claro de la responsabilidad de los poderes económicos y geopolíticos (como Estados Unidos en el Plan Cóndor) en la coordinación del terror.

4-Educación pública y constante sobre la memoria, para que nunca más una risa pueda nacer donde solo debe haber duelo y digna rabia.

Porque mientras haya un solo familiar esperando en la orilla, mirando un mar que solo devuelve el eco de su ausencia; mientras la Verdad sea rehén del silencio cómplice y la Justicia un camino que se detiene ante los autores intelectuales; mientras todos aquellos que diseñaron, financiaron y legitimaron el terror caminen con total impunidad por las arenas movedizas de la historia, creyendo que su capítulo está archivado... la Memoria será un deber irrevocable, la Verdad una exigencia impostergable y la Justicia, una lucha incesante.

Por el presente y el futuro de todos los argentinos y argentinas.

Ni un paso atrás. Ni un cómplice más en los escaños. Ni una risa que insulte a nuestros desaparecidos...

En estas fiestas, donde celebramos el valor sagrado del encuentro y los lazos que nos hacen humanos, renovamos nuestro juramento, "defender la vida, para que ellos no nos la vuelvan a arrancar".

Porque recordar a Lucía, a Néstor y a los 30.000 es honrar, precisamente, el abrazo que no pudieron dar.

Por Lucía Julia Perrière Frías de Furrer. Por Néstor Valentín Furrer Hurvitz. Por los 30.000. ¡Presentes!

 Por Luis Perrière


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