Nacionales 07/07/2025
Una macabra sorpresa al hacer reformas en un departamento de Córdoba
Un macabro hallazgo convulsiona a Córdoba: dos albañiles que estaban realizando tareas de refacción en un edificio del centro de la capital provincial encontraron un cadáver en avanzado estado de descomposición dentro de un placard tabicado con cemento. Aunque recién trascendió este domingo, ocurrió el sábado por la mañana, después de que los obreros sintieran un olor nauseabundo en el tercer piso del inmueble sobre la calle Buenos Aires al 315. Siguiendo el rastro del hedor, los trabajadores se encontraron con una puerta obturada con maderas dispuestas de manera precaria, motivo por el cual no les resultó difícil derribarla. Al otro lado había un living con un ropero y, dentro de él, un cuerpo en avanzado estado de descomposición, lo cual impidió al primer contacto establecer cualquier rasgo identificatorio de la víctima.Simultáneamente los obreros se habían comunicado con el 911, por lo que la escena impactó también a los efectivos que se hicieron presentes en el departamento 3 B. El ropero desde donde provenía la pestilencia estaba sellado con cemento y dentro del mismo se encontraba un cuerpo en posición de sentado, tapado con mantas y atado con cables similares a los de un televisor. El grado de descomposición es tal que resultó imposible determinar a simple vista el género y la edad de la víctima, ya que algunas de sus partes eran puro hueso. Apenas se pudo sospechar que podría ser una mujer por la contextura y los investigadores estiman que el cadáver llevaba en ese sitio por lo menos un año.
Aunque la noticia es de por sí espeluznante, en el transcurso del domingo se agregó además otra información que le da mayor volumen al episodio. Es que el departamento estuvo ocupado hasta hace poco tiempo por Horacio Antonio Grasso, un ex policía condenado por la muerte de Facundo Novillo Cancinos, un niño que recibió un proyectil de FAL en la cabeza el 27 de marzo de 2007, mientras se producía un enfrentamiento entre bandas narco en los barrios del sudeste de Córdoba capital. Para ese entonces Grasso ya había sido exonerado de la policía tras encontrarlo culpable del robo de un comercio de venta de indumentaria, mientras que luego la Cámara del Crimen 3 lo condenó por el asesinato de Facundo, quien tenía seis años cuando iba con su familia en un Renault 12 y quedó encerrado en la balacera.
En 2019 Horacio Grasso había obtenido el beneficio de la prisión domiciliaria por una afección cardíaca que su defensa aseguraba haberse agravado producto de la impericia del Servicio Penitenciario para tratarla. Sin embargo, a los pocos meses sus vecinos llamaron al 911 porque escuchaban gritos: era Grasso golpeando brutalmente a su madre, quien lo alojaba. El ex policía intentó escaparse por los techos, violando de ese modo las condiciones del arresto, por lo cual fue trasladado al penal de Bouwer una vez que lograron capturarlo.
A pesar de sus antecedentes y conductas, el ex policía volvió a recibir el privilegio del confinamiento domiciliario, aunque ya no en lo de su madre, sino en el departamento 3 B de la calle Buenos Aires 315 en la ciudad de Córdoba. La vivienda estaba alquilada a nombre de Javier Grasso, su hermano y quien había contratado a los albañiles que el fin de semana encontraron el cadáver en avanzado estado de descomposición. Al momento del hallazgo, el ex policía acababa de regresar a la cárcel de Bouwer, en las afueras de la capital provincial, por haber violado nuevamente las normas que le permitían gozar de ese beneficio.
Es la tercera vez en el año que albañiles se encuentran de manera fortuita con restos humanos mientras están realizando tareas en una vivienda. A principios de marzo, durante el fin de semana largo de carnavales, trabajadores de la construcción descubrieron decenas de huesos enterrados en el fondo de una casa en la localidad bonaerense de Ostende, partido de Pinamar. Mientras que a fines de mayo otros obreros hallaron la osamenta de un cuerpo en el patio de una casa por el barrio porteño de Coghlan que alcanzó notoriedad pública porque había sido habitada durante dos años por el músico Gustavo Cerati.
Como si todo esto fuera poco, ni siquiera es la primera vez que aparece un cadáver en un ropero en la ciudad de Córdoba en lo que va del 2025 , ya que en abril apareció el de una mujer de 83 años que estaba siendo buscada. Por el hecho ocurrido en el barrio Pueyrredón está imputado y detenido de manera preventiva su hijo. En esta causa, en tanto, interviene la fiscal María Celeste Blasco, que como se encuentra de feria está siendo subrogada por Florencia Espósito.
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