Desde las 20:00 de anoche, en las inmediaciones de avenidas Ibáñez Frocham y Bozán, comenzaron a reunirse vecinas y vecinos en reclamo de justicia por una presunta violación de menores sucedida tiempo atrás y denunciada el 16 de octubre. Algunas personas exaltadas comenzaron con insultos a las autoridades y luego un grupo se dirigió a la Comisaría donde los responsables, el comisario Ismael Delgado, junto al subcomisario Germán Grino, y el subcomisario Ruiz y Jorge Centurión, brindó explicaciones y detalles a los vecinos y a los representantes de los medios de comunicación, negando lo que habían asegurado algunas manifestantes sobre la realización de una cámara Gesell (*) a dos menores de 5 y 9 años respectivamente. Un exaltado profirió insultos a viva voz asegurando hacerse cargo de sus dichos. "Soretes, hijos de puta" y otros improperios a los que se agregó la amenaza de muerte al presunto violador, mientras otras mujeres, intolerantes, lo vivaban y aplaudían. "Lo voy a matar, le paso por arriba, tengo seguro" y luego dijo que "el intendente es una mierda y me hago cargo", entre otros insultos al Jefe Comunal. El exaltado es empleado municipal y sobrepasó todos los límites cuando dijo que "tengo un compañero homosexual igual que ese hijo de puta". Un lamentable episodio que, sin embargo, es acorde a lo que en estos días parece algo común: la justicia por mano propia, el odio y los agravios. 

Seguramente, desde el Municipio, se iniciará el correspondiente sumario al empleado, más allá de las denuncias de oficio que pudieran realizarse por racismo, discriminación, homofobia y agravios personales.

Pero no terminó allí el recorrido de algunos y algunas exaltadas que se dirigieron al Hogar de Tránsito para destruir cristales y arrojar cualquier tipo de elementos. Con insultos y agravios al Intendente, a la Fiscal, a la Jueza de Paz y a la Policía, se reinstaló la violencia que pasó de verbal a material.

El intendente José Luis Salomón sintetizó el gravísimo hecho. "Es una locura. Allí hay alojadas mujeres que sufrieron violencia. Nunca un hombre y menos un presunto victimario. Las cuidadoras recordarán toda su vida lo sucedido esta noche".

La violencia desvirtúa cualquier reclamo por más justo que sea.

En definitiva, los hacedores de la justicia por mano propia, quienes prometen muertes y quienes odian, parecen desconocer que, por más gritos y amenazas salvajes que pronuncien, aquellos y aquellas que, por ejemplo, lincharon a un presunto asesino en Tucumán, irán presos, como corresponde, por asesinato.

(*) Sobre la Cámara Gesell

La cámara Gesell es una habitación acondicionada para permitir la observación con personas. Está conformada por dos ambientes separados por un vidrio de visión unilateral, los cuales cuentan con equipos de audio y de video para la grabación. Los dichos y afirmaciones sobre la participación de los menores mencionados en este caso y en esta nota y videos publicados, en Cámara Gesell, son falsos.

Alberto Víctor García