Nacionales 21/07/2025
Fue 78-77 en La Bombonerita
En una final para el infarto, que no se decidió hasta los últimos instantes, el Xeneize venció a la Gloria en el séptimo partido y conquistó el bicampeonato.
Cuando Leandro Paredes volvió a ponerse la camiseta de Boca, la hinchada se unió en un grito poderosísimo. ¿Pero tan fuerte como el que largó por Santiago Scala? La comparación puede sonar alocada, porque está claro que el fútbol es la actividad principal del Xeneize, pero lo que hizo el base fue meritorio de que se lo destaque. Un triple agónico, cuando el séptimo partido de la final estaba a punto de terminar, le dio la tranquilidad que necesitaba para saberse cerca del título. Tuvo que seguir peleando en los segundos finales, con un Instituto que no se rindió hasta que sonó la bocina, pero el desenlace fue el mismo que en la temporada 2023/24: el CABJ derrotó a la Gloria, esta vez por 78-77, y obtuvo el bicampeonato de la Liga Nacional.
De entrada, con el empuje de su público, los dirigidos por Gonzalo Pérez apabullaron a la visita. En el tablero, a media distancia y en la periferia, donde sus tiradores se sienten como en casa, las pelotas entraron y se formó un hueco inmenso entre los dos equipos: llegó a haber 11 puntos de separación en el primer cuarto.
Estaba claro que el IACC debía hacer algo para cortar la sangría y, para tranquilidad de los cordobeses que lo estaban siguiendo a lo lejos (más los cientos que se hicieron presentes en La Boca), se metió en partido. Con precisión, logrando que cada posesión contara, se redujo la brecha, que hacia el complemento era de tan solo cinco unidades. En series como esta, parejas desde su concepción (cada juego se decidió por detalles), es lo mismo que nada, y esa tendencia persistió a partir del tercer cuarto.
A esa altura, cualquiera hubiera sido el resultado, ya debía hablarse de un justo campeón. Los dos dejaron todo hasta la última bola, y si fue el local el que terminó una cabecita por encima fue porque estuvo más fino, criterioso y certero en los momentos cruciales. Por caso, Instituto desperdició una bola clave (con poco tiempo, Copello tiró un triple sumamente ambicioso) y Boca, en la contra, puso una mano y media en el trofeo: Scala se levantó desde la línea de tres, embocó y, palabras más, palabras menos -hubo algunas acciones extra-, sentenció la final.
Alzada la copa, que tuvo como figura clave a José Vildoza (marcó 17 puntos y fue MVP de las Finales), el Xeneize festejó su quinta liga, que lo dejó en el segundo escalón histórico igualado con San Lorenzo y Peñarol y a cuatro de Atenas. Lo cantará su hinchada durante los días siguientes: otra vuelta, Boca.
Olé
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