Casi no hay excepciones a la hora de analizar la situación económica. Negocios cerrados, negocios mudados. Reducción de horas de trabajo, suspensiones y despidos.

El déficit de consumo produce escenarios que, para muchos, parecen novedosos. Para otros, la repetición de algo que "ya nos pasó". La pregunta es cómo sobrevivir.

La mudanza del centro a la zona periférica apareció como posibilidad de bajar costos. Así algunos comerciantes se fueron de "su" lugar, lo que implicó, de manera primaria, pérdida de clientes y, luego, un comenzar nuevamente.

En el centro de la ciudad, en lugares donde era sumamente difícil hallar un lugar para estacionar, hoy se encuentran algunos lugares vacíos. Y es notable el aumento de la cantidad de bicicletas y motovehículos sobre las veredas. Para aquellos que recorren a pie la ciudad en su zona comercial se hace notable la cantidad de negocios semivacíos o locales cerrados, en venta o alquiler. 

Las fiestas pasadas demostraron el escaso ánimo de festejo de muchos saladillenses. Ello repercute directamente en el consumo y las ventas. Atravesar enero será aún peor que lo que lo fueron los últimos meses. El cobro de aguinaldo y sueldo, en muchos casos, los bonos otorgados y algunos aumentos de sueldos produjeron una inyección de dinero, el mismo que hoy ya escasea, con próximos aumentos de precios, de todos los servicios y salarios a la baja.

Las bajas en las ventas de los supermercados ocurrida durante 2018 fue notable. Los changos llenos se ven ocasionalmente y cuando se producen las ofertas de los miércoles hay que hacer un curso antes de llegar a las góndolas para saber qué productos están alcanzados por el descuento del 50 por ciento para no llevarse sorpresas cuando en la caja le entregan dos tickets y el cliente se da cuenta, después, que sólo una parte de lo adquirido tendrá el promocionado beneficio. 

Hoy, todos cuidan el bolsillo comprando justo lo necesario. También se buscan segundas marcas o las propias de los supermercados como, por ejemplo, Primer Precio. Algunas cooperativas en la región ingresan en el asociativismo para tratar de reducir costos. Hay ofertas y descuentos. Hoy, muchos más clientes controlan los precios y exigen que el precio de la góndola sea respetado en la caja, algo que no siempre ocurre ya que la calidad de especuladores de muchos comerciantes no se ha modificado y aprovechan algún desconcierto para cobrar por encima de los márgenes normales.

El importante ingreso de supermercadistas chinos provocó una profundización de la crisis del sector. Se produjeron cierres y ventas de "Súper" a comerciantes orientales.

La venta de indumentaria y otros rubros también sufre una baja importante del consumo. La gastronomía ha sufrido su crisis a la que se sumó la proliferación de Food Trucks, muchos de ellos con todos los papeles en orden y otros no tanto. Un comerciante del rubro expresa su disgusto. "A mí me exigen azulejos hasta el techo, por poco y algunos venden en condiciones deplorables. Acá en la ruta hay dos o tres. No todo es competencia leal".

Los hábitos de los consumidores con tarjetas de crédito y débito se han modificado. Aumentó el uso del crédito para opciones más económicas. Las estaciones de servicio parecen no haber sufrido mucho la baja del consumo pero son notables los cambios de hábito. Muchos de quienes cargaban Infinia, por ejemplo, volvieron a la Súper, dejando de lado las Premium. Y los constantes aumentos de precio provocaron algunas corridas antes de los incrementos.

El rubro del calzado sufrió las consecuencias con despidos, suspensiones y achicamiento, salvo excepciones puntuales.

La crisis golpea y la recesión se hace notable. El sector agropecuario espera, mirando al cielo, que cese la lluvia que descargó cerca de 150 milímetros en las últimas 72 horas en algunos lugares de nuestro Partido.

Por 120 días no hay ni habrá expectativa alguna de que la situación mejore salvo en casos muy concretos y referidos al sector financiero o agro exportador.

(AVG)