20 de abril de 2024

Locales 01/12/2020

La Educación: Función social

Opinión

El hombre es el único ser de la naturaleza que puede vivir en un plano sociocultural. Entre la sociedad humana y la cultura existe una íntima relación recíproca. La sociedad es la base donde se apoya y desarrolla la cultura y a la vez, toda sociedad humana está configurada por la cultura.

Constituyen la cultura, la ciencia y la filosofía, el arte, la religión, la técnica, el lenguaje, el derecho, etc.

También forman parte del mundo cultural todas las instituciones o grupos que surgen de la convivencia humana.

Algunos de los principios característicos de la cultura nos muestran que es una totalidad compleja, es una estructura con sentido propio. Así se puede hablar de una cultura occidental, una cultura  oriental, una cultura cristiana.

La cultura tiene un carácter histórico. Todos los objetos de la cultura se modifican a lo largo de la historia.

Los objetos culturales poseen cierta estabilidad que les permiten sobrevivir. De lo contrario, una forma cultural se disgrega y es reemplazada por otra.

La cultura es determinante. Toda cultura determina las costumbres y los modos de vida de los individuos que la integran.

La cultura se transmite por medio de la educación.

El hombre es quien crea la cultura, la transforma y la vive.

Todo lo que el individuo crea, una vez producido y exteriorizado, surge del plano individual, de la subjetividad, para pasar a la objetividad. La cultura, como objeto, está por encima del individuo. Es decir, que la cultura se transforma en cultura objetiva: arte, ciencia, lenguaje, técnica, tecnología, etc. La educación forma parte de la cultura objetiva, como patrimonio de una sociedad y con características que correspondan a los bienes culturales.

La educación constituye una "forma" cultural objetiva al incorporar al individuo de determinados bienes culturales que el individuo hace suyos. Lo útil, lo fuerte, lo científico, lo bello, lo heroico y lo religioso, constituyen lo que se llaman bienes. Estos bienes constituyen el mundo de la cultura, el mundo de la ciencia, del arte, de la economía, de la religión, etc. Pero los valores tienen además de carácter objetivo una repercusión subjetiva, personal. Son valorados conforme a su validez y sirven de norma a la conducta humana. Estos valores tienen una jerarquía según la importancia.

La misión de la educación  consiste en la realización  de estos valores en el espíritu del educando, en hacerlos vivir y apetecer como normad. Así surgirá un estilo de vida que dará sentido a la existencia. Así vemos que la cultura, no puede existir por sí sola, independiente del hombre que la capta y la vivifica.

Una de las funciones de la educación, es que la cultura siga viva a través de los tiempos y otra que favorezca la transformación y la creación de la cultura.

Además, tiene otra función relacionada con las anteriores que es la de posibilitar y estimular el desarrollo cultural  del individuo. La educación  tiene como finalidad introducir al alumno en los dominios de la cultura. La individualización de la cultura es producto de la educación.

Cultura no consiste en atiborrarse de conocimientos.

Cultura implica una profunda transformación  del sujeto que le abre posibilidades siempre perfectibles.

El saber que se ha convertido el cultura es aquel saber que ha sido plenamente asimilado. Es preciso saber para comprender, para actuar, para valorar, para definir nuestra conducta frente al mundo;  en una palabra, para ser uno mismo. Culto es aquella persona que es capaz de orientar su conducta de acuerdo con un sistema de convicciones que ha hecho suyas.

La acción educadora ha de posibilitar rodea al alumno de valores y bienes culturales positivos, la creación de la cultura. La cultura no se impone. La cultura se estimula, se despierta.

Profesora Teresa de los Ángeles Turrión


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