8 de septiembre de 2025

Nacionales 08/09/2025

Lali Espósito: la gran bestia pop volvió a pisar fuerte en Vélez

Anunció su quinto estadio del año para el 16 de diciembre

Si bien Moria Casán la santificó como la "gladiadora del pop", en la noche del sábado último Lali Espósito (o simplemente Lali) decidió ponerse en la piel de la "gran bestia pop". No era la primera vez que lo hacía, como cuando usó el escenario del Cosquín Rock en 2024 (la semana pasada se conoció que repetirá en la edición de 2026) para responderle al "haterismo" de Javier Milei. Sin embargo, en esta ocasión se atrevió a legitimar la chapa al revisitar otro de los himnos de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota: "Vencedores vencidos", lo que al principio dejó a la cancha de Vélez enmudecida. Nadie se esperaba semejante apropiación, mientras que otros entendieron que podía ser una manera sugerente, a causa de la veda electoral, de chicanear a los libertarios en la antesala de las elecciones bonaerenses.

Sólo ella podrá revelar en el futuro el trasfondo de la escogencia de esa canción, más allá de su condición de temazo. Aunque, al menos en ese instante, hubo dos cosas que fueron ciertas: su interpretación hilvanó un aura que correspondió a la de sus autores, algo que ni siquiera muchos de los descendientes de la corte ricotera lograron cuando tomaron prestado algún clásico del grupo. Tampoco había sido parte de los dos primeros shows que la artista ofreció cuatro meses atrás, en el predio de Liniers, como parte del "Lali Tour 2025". Amén de la alusión al Indio Solari, Skay Beilinson & compañía, la chapa cobró mayor dimensión en un espectáculo en el que, a diferencia de lo que pasó en mayo, en este caso careció casi completamente de invitados. Y eso invitó a que Lali fuera todavía más Lali.

De todas maneras, este tercer Vélez de la cantante y compositora, para tranquilidad de quienes tuvieron que ver por Flow las dos primeras funciones, respetó a cabalidad el relato, al igual que el orden del repertorio (salvo por la licencia de Patricio Rey, que se la perdieron los que no fueron al tándem fechas iniciales, como para equilibrar la cosa). Con esta serie de shows, la jurado más picante del reality La Voz se encuentra presentando su más reciente álbum de estudio, No vayas a atender cuando el demonio llama, lanzado en abril de este año. Y el título sirve para recrear lo que le pasó entre aquel fin de semana y este último (repitió el domingo). Por ejemplo, con la amenaza de bomba que recibió a principios de agosto, antes de actuar en San Juan, lo que afortunadamente sólo logró demorar el recital por algunos minutos.

Dividido por disparadores visuales relacionados con su sexto álbum, inspirados por cierta periferia o distopía, el recital arrancó con "Lokura". A ese rock de filtros futuristas, le secundó el pop inmoral "Sexy". Tras inaugurar el repertorio con sendos tracks del nuevo disco, Lali y sus músicos acudieron a su álbum homónimo para arrebatar de ahí una de sus canciones dance: "2 son 3". Y entonces regresó a No vayas... para hacer "Tu novia II". Si la primera parte era una especie de trap introspectivo, la letra de la secuela era tan lujuriosa como la electrónica corrosiva que le da vida. Eso allanó el camino para el cierre del primer bloque, con "N5", cuyo impetuoso cierre rindió tributo a las guitarras furiosas de "Killing in the Name", del grupo de rock combativo Rage Against the Machine.

Una vez que retornó a escena, la popstar cambió el cuero negro por un vestido corto blanco de Amazona. En el medio, sus músicos pegaron el volantazo del rock a un funk de traducción latina, parecido al de Luis Miguel. Desde esa cadencia, se subieron a un pop groovero que se alimentó de la música urbana, hasta que "Obsesión" fue agarrando entidad. Aprovecharon la veta para bajar un toque la intensidad en el R&B "Diva", que data de los tiempos de la Lali blonda. A continuación, volvió a ser la morocha en la nuevaolera "Morir de amor", preludio para que irrumpiera el único comensal de la jornada: Dillom. Juntos la rockearon en "33", en cuyo corolario ella pidió que Vélez le dé "lla fecha al pibe" (el rapero debió reprogramar su recital en ese lugar, previsto para el miércoles, porque el club en teoría dispuso de ese día).

Acto seguido, vino su homenaje a los Redondos (lo más cercano a esto en sus dos primeros shows fue el haber hecho "Loco un poco", de Turf, con Joaquín Levinton como invitado) y "¿Quiénes son?", esta vez sin "La One" respaldándola en el tablado. En esa instancia del tercer Vélez de este tour, la artista hizo lo que le vino en gana. Previamente, cuando su cuerpo de baile salió de escena, ella quedó sola en la pasarela, reboleando de una mano a otra su micrófono, contoneando sus caderas como si fuera una batidora, y demostrando que en un chasquido de dedos podía pasar de ser una seductora intensa (lo que estuvo a un tris de encarnar con una bailarina y luego con un chico en un par de pasajes) a la muchacha más dulce del barrio. Y es que ella es, en sí misma, todo un espectáculo.

Al volver del tras bamabalinas, de traje y corbata, se sentó en una esquina de un ringside improvisado, y al frente a una steadycam le pusieron unos guantes de boxeo. A partir de ese momento, no paró de tirar jabs en "KO", R&B que dio paso al pop electrónico "Baum Baum". En esa escalada de estilos, desenfundó el africanista "Cómprame un brishito", y no tuvo ningún prurito en bajar dos cambios para traccionar el dream pop "Ahora", con un desenlace estelarizado por sus guitarristas, Chipi Rud y Lu Torfano, en la pasarela que conectaba con el tablado. Rud volvió a ser cómplice en la desgarradora balada "No hay héroes", aunque la polaroid emotiva de las más de dos horas de recital fue para "Incondicional", que dedicó al público. Gesto al que los 45 mil asistentes respondieron encendiendo las luces de sus teléfonos.

Si hacía unos minutos salió vestida como "princesa cagada a piñas", según ella misma dijo, más tarde emergió con un body albiceleste. Sucedió luego de que en las pantallas figurara la estrella que Lali adoptó para esta etapa (inspirada en el pentagrama de Baphomet), puntapié para el set dance. El techno "Amor" transó con el house "Histeria", y mientras sus bailarines estaban en escena, Miranda! irrumpió en las pantallas para hacer "Mejor que vos". Repitieron en "Soy" el tributo al colectivo LGTBIQ+, con una troupe de drag queens sacándole brillantina al fervor. Y si en "Fanático" imitó la pose de Milei para las fotos, quedó para los bises su nuevo single, "Payaso", en la que la artista mostró esos tres dedos que tienen en problemas a la hermana del presidente, a manera de remate de una noche colmada de simbologías. Y si faltaba un cierre todavía más épico, llegó el anuncio de que el 16 de diciembre se hará el quinto Vélez del año de Lali, la gran bestia pop.

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