Hoy, Luis Daniel García, cumpliría 67 años. Como hemos escrito y dicho en tantas oportunidades, podría haber sido un día de encuentros y reencuentros, de mesurado festejo y un feliz cumpleaños como los acostumbrados. Pero no. Cada 16 de enero, desde 1977, la pausa o las conversaciones, los saludos familiares o la llegada de esta fecha, sólo nos trae recuerdos de otras épocas, lejanas ya. Anécdotas dispersas en el tiempo. 

Hoy, los viejitos más viejitos ya no están. Papá y mamá, como tantas otras madres y padres que "llenaron de flores invisibles sus cementerios imaginarios", descansan con Luis y los tres son nuestros símbolos de tanta pelea sólo por Justicia, sin odio ni revanchismo.

La de Luis es la historia de tantos desaparecidos y asesinados por aquella siniestra dictadura.

A casi 46 años, muchos de los recuerdos de Luis nos llevan al mar. Ese amplio espacio que, para muchos, contiene solo agua salitrosa. Pero allí quedó Luis para siempre.

En el recuerdo de tantos miles, en el saber del atroz sufrimiento de tantas familias que a lo largo de décadas padecieron y padecen similares sensaciones, vaya también el reiterado y profundo homenaje a aquellas familias enteras que en estos años comenzaron ese doloroso peregrinaje entre la tierra y el mar. También son un símbolo en estos tiempos.

Para aquellos y aquellas a los y las que la inenarrable sensación de arrojar flores al océano nunca tendrá una explicación razonable.

El llanto es sólo una válvula de escape, también por las actitudes de aquellos que, pese a todo, siguen descargando su rencor y su escasez de humanos sentimientos. De muchos y muchas de aquellos y aquellas que se dicen cristianos o fervorosos creyentes.

En el recuerdo de Luis, desaparecido en circunstancias que nada tienen que ver con aquella y aquellos que dejaron su vida en el mar a bordo del submarino ARA San Juan, vaya nuestra solidaridad, nuestro cálido abrazo y nuestra más absoluta cercanía y comprensión de todas y cada una de las emociones, reclamos y desconsuelos de los familiares y amigos de esas 44 personas, 43 hombres y una mujer, desaparecidos en el mar hace ya más de 4 años. 

Ahora estamos para recordar a Luis. Su hija, la compañera de su vida y su nueva familia; sus nietos, sobrinos nietos y nietas y sus hermanas y hermano, su tía, sus primas y primos. Sus sobrinas y sobrinos. Y todos.

Es lo que pensamos todos quienes te quisieron, seguramente, y quienes te querremos hasta siempre en un día que es muy especial. Como aquel 16 de enero de 1955 cuando Luis "apareció" entre nosotros. Hasta "desaparecer" y volver siempre.

Toda la familia

(*) Luis Daniel García nació el 16 de enero de 1955 y fue secuestrado el 12 de agosto de 1976. Desaparecido y asesinado, Fue arrojado al mar. Los responsables de su secuestro y muerte, algunos ya fallecidos como Reynaldo Bignone, fueron juzgados y condenados a cadena perpetua en 2017..