A una semana del triple homicidio y suicidio en el barrio porteño de Villa Crespo, los peritos que investigan el caso confirmaron que la carta que se encontró en la cocina de la vivienda, con frases inconexas, fue escrita por Laura Leguizamón, la madre de los dos menores de edad asesinados y esposa de Adrián Seltzer, también víctima del crimen.Durante el primer peritaje del departamento 6ºB en Aguirre 295 se encontró una hoja A4 de impresora en la mesa de la cocina que estaba manchada con sangre y que, en una de sus caras, tenía escrita la siguiente leyenda: "Íbamos a la calle. Todo mal. Muy perverso. Les arruinaba la vida. Con lo que iba a pasar. Fue mucho. Los amo. Mi tel es 'L'". El mensaje en ese papel estaba escrito con una mezcla de letras cursivas e imprentas poco legibles.

"La carta que fue hallada en la cocina estaba escrita por alguien que no estaba en sus cabales", sostenían al comienzo de las averiguaciones. Se sospechaba que había sido la mujer de 51 años quien la había escrito, pero faltaba la confirmación.

En ese contexto, los peritos analizaron y contrastaron la letra de la carta con cuadernos de los hijos, cuadernos de trabajo de la pareja, y con formularios "completados a mano en organismos públicos". Finalmente, la pericia fue irrefutable: esas palabras las escribió Laura.

Tanto el psiquiatra que medicaba a Laura Leguizamón como un piscólogo y un psiquiatra amigos de la familia declararon que la homicida sufría una patología psiquiátrica y estaba bajo tratamiento, pero coincidieron en que "nada" les hacía suponer este descenlace trágico. 

El fiscal César Troncoso, de la Fiscalía en lo Criminal y Correccional N° 5, lleva adelante la investigación, que al momento no tiene ningún imputado. Los resultados de la pericia a la carta fueron derivados a su despacho. Resta saber si decide archivar o si se encuentra responsabilidad penal en los médicos tratantes de la mujer.

La pericia cofirmó también "de manera categórica e indubitable" que los dos cuchillos con sangre que fueron encontrados, uno en el cuarto matrimonial, y otro en la cocina, fueron empuñados por Laura para cometer los tres crímenes y, posteriormente, su suicidio. 

En un comienzo se sospechaba del padre como el presunto autor de los homicidios, porque el cuchillo se encontraba en la habitación de la pareja y Laura se encontraba muy lastimada. Sin embargo, los investigadores, al encontrar que Adrián tenía los pies limpios dentro de la cama, descartaron esa hipótesis.

"Lo primero que vimos fue que el marido tenía los pies limpios, que no había sangre ni en su planta ni en los calzados que estaban al costado de la cama", indicaron a un medio nacional. Por este motivo, descartaron que pudiera haber sido él quien cometió el hecho. Las huellas giraron la investigación en torno a Laura.