29 de abril de 2024

Locales 18/03/2024

Nair y Ezequiel

Dolorosas partidas

Días de aniversarios dolorosos. La muerte joven conmueve por lo antinatural. El 18 de marzo de 2012 falleció en la ciudad de Buenos Aires, Ezequiel Savone Tenaglia de manera trágica. En otra tragedia falleció el 19 de marzo de 2000, Nair Rachit, en Saladillo. El recuerdo de los jóvenes persiste así como el inmenso espacio que dejaron vacío se va completando con lo mejor de sus vidas y todo lo que dejaron en los demás. En esta nota el recuerdo de Ezequiel en las palabras de Fabiana, su madre, en redes sociales, hace unos años ya y una nota ya publicada en La Síntesis que recuerda a los dos jóvenes.


Fabiana | "La muerte une sin límites para siempre"

El recuerdo de Ezequiel

Vuelo

El duelo exige más allá de la mera reconstrucción porque el duelo es, sobre todo, AMOR.

En realidad el AMOR está presente siempre aunque muchas veces la ausencia física y el echar demasiado de menos, no permiten que haga su labor transformadora.

La verdad es que cuando se vive desde el AMOR el duelo, en algún momento, deja de ser dolor y desespero y la unión con el ser querido vuelve a destacarse por encima del hecho de que ya no esté.

Entonces, el duelo se convierte en la expresión y el testimonio de todos los sentimientos que jamás han dejado de estar entre esas personas cuyo vínculo está comprobando ser más fuerte que la muerte.

Aunque en la primera etapa de dolor insoportable domine el vacío, el sentimiento de unión está, solapadamente, presente en todo momento.

Tarde o temprano la muerte se convierte en la máxima afirmación de que no hace falta tocar para estar con el ser querido.

La muerte eleva la relación por encima de toda prueba sufrida y a pesar de la ausencia, los vínculos creados más allá de todo lo que en vida pudo ser atado, se fortalecen.

La muerte une sin límites para siempre.

Todo ser que AMA y que ha perdido a su ser querido sabe que esto es así y lo sabe cuando después de sufrir lo insufrible tiene la certeza de que ya nunca más va a perder a ese ser, que forma parte esencial de todo lo que es, de lo que ha sido y de lo que será.

Entonces el duelo se convierte en vuelo y la "d" de dolor es reemplazada por la "v" que representa la Victoria sobre la materia.

¿Y? Finalmente sabemos que la vida es más que todo lo que se puede ver y tocar.

¿Anji Carmelo?

Hoy se cumplen 30 años del nacimiento de mi amado hijo EZEQUIEL, pudimos compartir con él escasos 23, pero los suficientes para que quien lo conoció afectuosamente de cerca, pueda recordarlo

Mi homenaje, aprovechando la redes sociales que todos, más o menos, utilizan, es proponerles a los que lo siguen queriendo y extrañando que compartan esta publicación en sus muros o estados de whatsapp, Instagram, etc. para que en tiempos en el que los saludos virtuales prevalecen por sobre los personales, Eze desde donde esté los perciba.

Y a los que quieran ir personalmente, ya saben que el ombú, manifestación viva de su esencia, los espera.

Abrazos y besos como todos los días para el gran amor de mi vida

Fabiana, mamá de Ezequiel


Nair y Ezequiel

La muerte joven golpea y mucho. Lo inesperado del acontecimiento produce la máxima impotencia y la búsqueda de explicaciones hasta dónde no las hay ni las habrá. Las heridas perduran y pueden llenarse de los más hermosos recuerdos. Pero persisten las lágrimas y la impotencia.

Dejaron detrás de sí indescriptibles demostraciones de afecto, de amor y cariño. La visión de padres que no encuentran, ni encontrarán, consuelo posible.

La congoja de tantos jóvenes que no logran entender estos sucesos que la vida coloca tan cerca.

Amigos y amigas que han sufrido un golpe muy fuerte y del que es difícil reaccionar.

Cada uno y cada una lo asumieron y lo asumen a su manera. De la forma en que lo dictan los sentimientos más profundos. No hay nada que mida el dolor que una muerte produce. No habrá nada que pueda alcanzar el clímax del dolor de una madre que pierde a su hijo o a su hija.

Es lo antinatural. En lo que nadie puede prepararse o cursar alguna materia que permita atravesar tanta angustia.

Y cada uno extrae de estos dos seres queridos lo mejor. Y recuerda lo mejor, la amistad, el compañerismo, la solidaridad, las sonrisas, los abrazos. Y entonces puede asumir, aunque de manera parcial, el significado de una pérdida irreparable.

Reafirmando los sentimientos, lo que sintieron y sienten profundamente muchos y muchas. Otros no encuentran el punto de equilibrio que a otros les permite valorar la vida cuando, lamentablemente, la muerte se cruzó en el camino.

Como expresaran Aldo, Marta y Yamila años atrás "la muerte es un enigma indescifrable que no dice ni cuándo ni cómo llega; pero creemos que por la muerte se pasa a la vida. Han pasado años de tu partida, aquel día se abrió una gran herida en nuestros corazones por haber perdido tu presencia. Esperamos estar juntos en la alegría del reencuentro. ¡Te amamos Nair!"

¡Te amamos Nair! ¡Te amamos Ezequiel! ¡Te queremos mucho!

Qué ser querido no ha exclamado en voz alta estas palabras tan llenas de amor, de tanto afecto y ternura.

Vale recordarlos porque, en muchos, sembraron lo mejor que tenían para entregar.

Y allí están, convertidos en una imborrable presencia.

Nair y Ezequiel, como otros tantos chicos y chicas, no están entre nosotros.

Como dicen sus seres más cercanos, están y estarán, en algún lugar perdurable, algo que hace imposible, siquiera por un instante, olvidarlos. (AVG)



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