9 de mayo de 2025

Nacionales 09/05/2025

Operación "bajar los sueldos" de Comercio

Guerra declarada entre el Gobierno, los empresarios y el sindicato

Luego de un intento fallido y aprovechando la crisis interna que se generó en el sector empresario, el Gobierno de Javier Milei volvió a la carga en las últimas horas para intentar tumbar la paritaria pautada entre el gremio de empleados de Comercio y la patronal. Según supo Página I12, el ministro de Economía, Luis Caputo, volvió a pedirle al secretario de Trabajo, Julio Cordero, que se reuna con las partes para que el acuerdo, que con las sumas fijas llegó a un 9,6 por ciento de aumento, no sea mayor al 3 por ciento. En pocas palabras, las funcionarios quieren evitar que esta mesa salarial sea un leading case que se calque en otros convenios, yéndose esos aumentos a recalentar la inflación. 

Así, los libertarios aprovechan lo picado que está el mar entre los empresarios: hace pocas horas, la Cámara de Comercio (CAC) confirmó que pagará el aumento que se firmó aún con Caputo negado a homologarlo, pero se enfrentó feo con los mayoristas e hipermercados. Estos últimos avisaron que hasta tanto no haya una aprobación del Gobierno, el aumento de sueldos no se paga. En ese contexto, el titular de la CAC, Natalio Mario Grinnman, empezó a hablar con sus terminales en la prensa para operar su mensaje contra sus pares privados. 

Cuentan las malas lenguas que Grinnman, uno de los empresarios favoritos de Milei, está de humores malos desde que el Gobierno ordenó terminar con un beneficio que los favorecía. La referencia es al decreto 149, en el que se decidió que los convenios colectivos de trabajo ya no podrán obligar a las empresas a pagar aportes a cámaras o asociaciones empresarias, a menos que las propias compañías acepten hacerlo de forma voluntaria. Eso fue un golpe tanto para CAC como para la Confederación de la Mediana Empresa (CAME). 

Las presiones del Gobierno

El problema es que, además, el Gobierno de Milei lo está presionando de manera continúa, corriéndolo con el argumento de que el apoyo empresario al Presidente no puede darse con los privados aumentando por sobre la pauta de inflación. 

En una de las últimas charlas que el ceo mantuvo con Caputo, el ministro le planteó que la CAC no puede cerrar y firmar paritarias que los supermercados no pueden pagar. Es que los híper y mayoristas son los que mayor nivel de empleados tienen, medidos en cantidad, es decir, son la parte más grande de una paritaria gigante, con 1,2 millones de trabajadores registrados. En este sentido, vale decir, también, que como el acuerdo se cerró sobre la liquidación de sueldos y el Gobierno lo tiene cajoneado y sin homologar desde el viernes último, también se demoró la aplicación de las subas. Eso les dio una excusa a los comercios para patear el pago hacia adelante. 

En este contexto, el gremio tomó dos acciones claras: la primera, dar a conocer la firma del acuerdo, lo que muestra que los privados lo aprobaron y que, además, hay una cláusula que obliga a que la paritaria se pague aún sin homologación oficial. Lo segundo, que si el tema del pago en mayoristas y super no se resuelve, podrían convocar a asambleas en los lugares de trabajo. Los privados, de todas maneras, aseguran que de algún modo se tendrá que pagar lo que se firmó. 

El trasfondo de la historia es el pedido de Milei a Caputo de no validar subas de salarios mayores al 1,8 por ciento. Esta máxima encontró una traba en la paritaria de Comercio, porque el número final que se consiguió es de 9,6 por ciento, es decir, es muy complicado que se le pueda aplicar la lógica de bajar el número general hasta el techo que precisa el Gobierno para que los precios no se le disparen. 

La cláusula "anti Toto"

Según consignó el portal Infogremiales, la Federación de Empleados de Comercio y Servicios (Faecys) decidió, en el medio de la disputa, hacer circular el documento del acuerdo paritario firmado por las partes. En detalle, el pacto que firmó Faecys con las patronales incluye una actualización del 5,4 por ciento dividida en tres meses. Si a esa negociación se le incluyen las sumas fijas negociadas y aprobadas, el número final es de 9,6 por ciento.  

Si se mira en detalle, el acuerdo queda de la siguiente manera: aumento de 1,9 por ciento en abril, más suma fija de 35 mil pesos; suba de 1,8 en mayo, con suma fija de 40 mil pesos; y aumentos del 1,7 por ciento más suma fija de 40 mil pesos en junio. Esos montos se pagan como no remunerativos y se incorporan a los básicos de manera escalonada desde julio próximo. 

En paralelo, el acuerdo tiene una clásula que le quita legitimidad a la intención del Gobierno de que no se paguen subas por sobre la inflación. El artículo 10 especifica que "(...) para el caso de estar pendiente la homologación del acuerdo y se produzcan vencimientos de los plazos pactados para el pago de los incrementos en la forma escalonada prevista, los empleadores abonarán las sumas devengadas con la mención "Pago anticipado a cuenta del Acuerdo Colectivo Abril 2025", el que quedará reemplazado y compensado por los rubros correspondientes una vez homologado el acuerdo". 

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