No cumplieron ni cumplen ninguna función que mejore la circulación vehicular. Obstruyen el paso. El 80 por ciento ha sido destruido por el sentido común. El que indica que no hay que colocar obstáculos en lugares absolutamente inadecuados.

Así, en la mayoría de las rotondas de acceso a la ciudad fueron ubicados estos "palitos" como se colocaron limitadores y enormes maceteros, por ejemplo, en la esquina de las avenidas Moreno y Bozán. Allí sobrevive el 50 por ciento de lo que se colocó, lo que es aprovechado por motos y hasta automóviles para ingresar a la avenida Bozán hacia Ministro Sojo, en contramano.

Dinero malgastado, en definitiva.