Nacionales 08/12/2025
Moda, engaños y compras a ciegas en redes sociales
La historia comienza en la Alemania protestante: las cuatro semanas previas a la Navidad, los chicos repartían velas para acompañar el período de perdón y de esperanza. Del latín Adventus, el adviento son esos días que se recorren en diciembre hasta el 24, noche que simboliza el nacimiento de Cristo. Durante esa época de liturgia, sucede la reflexión, el perdón y el arrepentimiento.
En la época moderna, con las redes sociales dominando la escena, el Calendario de Adviento es una caja con 24 regalos que puede costar hasta 12.000 dólares y estar llena de sorpresas increíbles o sobres con, más bien, gusto a poco.
Los Calendarios: pasado y presente
Dentro de esa tradición alemana, de niños y velas, durante 24 días -del 1 al 24 de diciembre- se repartían cajas pequeñas con chocolates o juguetes.
Con el paso de los siglos, esas cajas con 24 cajitas -cual mamushkas para influencers- se convirtieron en centro de la escena navideña para las redes sociales.
Unboxing, dirán las nuevas generaciones al video que acompaña la apertura de un paquete. Solo eso puede significar millones de reproducciones. Pero hacer eso 24 veces refleja otro nivel de generación de contenido: más cajas, más suspenso, más minutos de videos. Y, por supuesto: cuanto más cara u ostentosa la caja, mejor.
Dentro de ese abanico de posibilidades, uno de los ejemplos de esta temporada es el Calendario de Adviento de Dior: contiene 24 miniaturas Dior entre las que se encuentran "refinados perfumes, sofisticados productos de maquillaje, tratamientos y una vela perfumada". Claro, y su precio: 11.250 dólares.
La polémica principal gira alrededor de su costo y de la confianza ciega por una marca o empresa: ¿pagar miles de dólares por productos sorpresa?
En Argentina, las versiones locales no tardaron en apoderarse de publicaciones virales: desde chocolates derretidos, hasta carteras y botellas por medio millón de pesos.
Los calendarios virales: engaños y polémica
Hay marcas locales que resumieron la propuesta a 12 días: una caja con 12 ventanas con llaveros, stickers, pines. Podían conseguirse por $50.000. Todas agotadas. Las versiones baratas y también las caras.
Hay empresas de cosmética que hicieron su versión por $200.000, o 30% de descuento los días de promociones, con cremas, perfumes y productos de higiene personal.
Sin embargo, la discusión escaló cuando un emprendimiento puso en venta su propio Calendario de Adviento por $500.000. Prometía ser un producto de lujo, pero la decepción no tardó en llegar.
Durante el famoso unboxing, una clienta mostró como la lujosa caja contenía una birome, una libreta y una botella de plástico, entre los artículos más destacados, entre monederos y tarjeteros con terminaciones mal hechas.
La marca cerró sus comentarios en las redes sociales y hay clientas que están reclamando el reintegro del dinero. "Lamentamos lo sucedido", decidieron publicar en un comunicado: "Hubo meses de trabajo y dedicación. Estamos identificando qué falló para que no vuelva a repetirse".
La discusión también abrió 24 sub-discusiones: ¿es culpa de los clientes gastar medio millón de pesos es una caja sorpresa? Si la denuncia no se viralizaba, ¿la marca se hubiera hecho cargo de que el trabajo no estaba a la altura del precio? ¿Es solo el comienzo de una moda que cada año tomará más carrera o este ejemplo fue su sentencia?
Las mystery box o cajas misteriosas nunca terminaron de instalarse en Argentina. Pero hoy, hacer compras a ciegas puede trasladarse incluso a las entradas, por ejemplo, de Festivales como el Lollapalooza, donde con los tickets anticipados miles de personas compran un ingreso, muy costoso, para bandas desconocidas. Pero pertenecer, estar y "tener", a veces, no tiene precio.
Los Calendarios de Adviento se reinventaron y fueron la estrella de las redes sociales en los últimos días. Ya sea por lujos o por decepciones. Un nuevo símbolo para una época de reflexión, sorpresas y nuevos gastos.
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