Deportes 18/09/2025
El equipo de Gallardo perdió con Palmeiras en el Monumental
El compromiso de River ante Palmeiras de Brasil, por los cuartos de final de la Copa Libertadores, era anunciado como el anticipo de una final. El riesgo mayor era para el conjunto de Núñez, principalmente por el presente de los brasileños: finalizaron como los mejores de la fase de grupos.
El técnico de River, Marcelo Gallardo, tal vez tuvo en cuenta ese nivel de los paulistas, y decidió presentar una línea de cinco defensores, distribuidos con tres centrales más atrasados, y los laterales ubicados unos metros más adelante.
Lo curioso es que la estrategia no fue beneficiosa. Los espacios que había entre ambas rectas era notorio, y Palmeiras aprovechó para empezar a sacar rédito. Los visitantes se adueñaron primero de la pelota en la mitad de la cancha, y la tocaban hacia los costados, por detrás de Montiel y Acuña, para acercarse a Armani.
El punto de inflexión llegó rápido, cuando apenas habían pasado cinco minutos. El paraguayo Gustavo Gómez convirtió un gol golpeando la pelota con la cabeza, al conectar un tiro de esquina desde la derecha. El juego, a partir de ahí, fue una sucesión de llegadas de los brasileños, quienes no aumentaron la ventaja por Armani y el palo.
Palmeiras era el que tenía el control en la zona media, y tanto Enzo Pérez como Fernández realizaban un gran desgaste físico al correr siempre detrás de la pelota. La situación evidenciaba un problema enorme para River, que no tenía acciones combinadas como para empezar a revertirla.
Muchos jugadores en busca de la pelota. Imagen: Alejandro Leiva
El primer tiro al arco del conjunto local fue a los 39 minutos, cuando el chico Rivero se desprendió desde el fondo y probó de media distancia. El desorden de River volvió a aparecer en el final del primer tiempo, cuando una pérdida de la pelota sobre la izquierda provocó la aparición de Vitor Roque, quien se le escapó a Paulo Díaz y definió con un toque cruzado ante la salida de Armani.
Gallardo buscó acomodar las piezas en la segunda parte, rearmando la defensa con Martínez Quarta por Díaz, y Quintero en el medio por Pérez. El panorama fue un poco más favorable para River, que trasladó el juego hacia el campo adversario, aunque careciendo de profundidad.
Las situaciones concretas para descontar no llegaban, y el arquero Weverton no era exigido con seriedad. Los minutos pasaban y la desesperación de la gente se volcó hacia el campo de juego, en donde los jugadores se mostraban apurados para tomar decisiones cuando tenían la pelota en su poder.
Quintero fue el que remató al arco en el complemento, a los 40 minutos, y Weverton estaba bien ubicado. El descuento llegó finalmente a uno del final, cuando Martínez Quarta festejó con un remate que se desvió en Emiliano Martínez y descolocó al arquero. River quedó en una situación incómoda, y se jugará todas sus chances la semana próxima en San Pablo.
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