Locales 27/12/2022
Opinión
Nuestra época actual demuestra, en muchos aspectos, que "hoy no nos interesa la verdad" grave error que nos debe movilizar, hacer pensar y contribuir a un desarrollo armonioso y solidario en nuestro país. Por lo expuesto y a manera de prólogo, ¿qué propone el lenguaje inclusivo?. Un género neutro que no sea femenino ni masculino sino verdaderamente neutro. A medida que transcurre el tiempo y algunos usos inclusivos son usados parcialmente a través de algunos seguidores escasos e inseguros, aparecen en escena los desacuerdosa fundamentales, la mayoría, con razón.
Por ejemplo, la voz del desacuerdo expresando: ¿El lenguaje inclusivo?: un tema ideológico.
¿Qué pasa con el inclusivo?
El inclusivo, entonces, es la configuración discursiva de una lucha política y lo que busca es crear en el auditorio la conciencia de una injusticia. En parte, parcialmente, lo logra en sus seguidores y, naturalmente, consigue la reacción del que ve amenazado su idioma y su privilegio.
Es decir, que "es un fenómeno retórico, no es un fenómeno de lengua. Consiste en aprovechar las posibilidades que nos brinda la lengua paea crear un discurso que es eficaz en la comunicación de un ideal y de un deseo profundamente político, discursivo, retórico no es un fenómeno de lengua". (Santiago Kalinowsky).
Beatriz Sarlo, escritora, consultada sobre diversos temas, por muchos medios de comunicación, afirma sobre el inclusivo: "No me molesta el riesgo sino la imposición. Mirando la prensa internacional se advierte que la relevancia que tiene el inclusivo en la Argentina es desconocida".
Aclaro que no se trata de la incidencia de criterios de orden generacional (opinión de quien presenta esta nota).
Alguna respuesta. Ante ciertas consultas Kalinowsky ha respondido: "Sobre el inclusivo es que no lo podemos poner como cambio lingüístico porque no sigue los patrones del cambio lingüístico. Es una intervención consciente, es una configuración discursiva, no es un cambio lingüístico. No tiene nada comparable con el paso del latín al español".
Una primera conclusión: el debate por el uso del lenguaje inclusivo es culturalmente complejo. Por eso hay responsabilidades para autoridades y docentes a cargo de los alumnos de los niveles secundario y primario, por ejemplo, que no se pueden eludir.
Como expresa Beatriz Sarlo: "Yo insisto en que el uso del lenguaje inclusivo no puede ser una orden de la ideología porque no hay orden sobre la lengua", y agrega que "en nombre de la democracia no es conveniente hacer cosas que no sean democráticas ni incluyan las inevitables tensiones lingüísticas. Las lenguas no se cambian de ese modo.
Alicia Marta Serdicoff
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