Provinciales 07/10/2023
Una multitud lo despidió camino al Cementerio Municipal
Foto: Jorge Meji.
Cuando el féretro comenzó a transitar desde la Cochería Rodríguez hacia el cementerio municipal un cerrado aplauso acarició al ídolo que se iba. "¡Grande Grandote! Te queremos, carajo. ¡Nunca te vamos a olvidar!". La frase, gritada desde el alma, desanudó la emoción de una multitud que se acercó para homenajear a ese hombre gigante, emblema de Cañuelas.
Juan Carlos Nesprías tenía una familia pequeña, aunque no se notó. En el velatorio estuvieron su hermana Cristina, algunos primos y Mabel Scrochi, su compañera de los últimos tiempos. Durante toda la mañana hubo un desfile incesante de vecinos, amigos, empleados o ex empleados, admiradores, clientes, gente del automovilismo zonal y nacional... una despedida propia de alguien que se hizo querer.
El cortejo estuvo encabezado por una autobomba del cuartel de Bomberos Voluntarios (Nesprías fue bombero en su juventud) y detrás, como una guardia de honor, iban los autos de la Asociación de Vehículos Antiguos (AVAC). Participaron su presidente, Héctor Frecino, junto a los socios Carlos Iriarte, Eduardo Gallardo, Pocho Méndez, Jorge Gilardo, Beto Rivas, Pablo Marchesotti, Jun Da Silva, Raúl Crosta, Diego Apesteguía, Alfredo Sagardía y Alberto López, entre otros.
Tras recorrer la calle Rivadavia la caravana dobló en Hipólito Yrigoyen para pasar frente al taller mecánico que Nesprías inauguró en 1980. Allí afianzó gran parte de su trayectoria como chapista, mecánico y armador de vehículos. Muchos vecinos del barrio se ubicaron sobre la vereda para rendirle un último tributo.
El padre Ulises Nicolea, párroco de Uribelarrea, fue el encargado del responso en el cementerio municipal.
"NO LE CABÍA EL CORAZÓN EN EL CUERPO"
En representación de la Asociación de Corredores de Turismo de Carretera (ACTC) se acercaron Rubén Gil Bicella y Luis Miraldi.
"En nombre de 'Los Inmortales del TC' nuestro más sentido pésame a toda su familia. Dios bendiga a un gran señor del automovilismo con quien compartimos miles de anécdotas, un fierrero de ley que aceleraba con los dos pies" fue uno de los tantos mensajes publicados en la página oficial de la ACTC.
Entre los ex pilotos que compartieron las pistas con el cañuelense estuvieron Guillermo Del Barrio y Julio Colabello. Este último, muy dolido por la muerte de su amigo, compartió unas palabras con InfoCañuelas.
"Nos conocemos hace cuarenta años pero cuando corríamos era un 'hola y chau', cada uno sabía lo que tenía que hacer, eran tres o cuatro días en los que vivíamos compenetrados con el trabajo del circuito. Arriba del auto era bravísimo, nos hemos pegado más de un raspón, pero abajo del auto era un tipazo" lo describió Colabello.
El piloto, contemporáneo de Nesprías, se radicó en Cañuelas hace una década y a partir de ese momento la amistad que ya existía se transformó en un trato mucho más cercano, con frecuentes charlas sobre la pasión que los unía.
"He llegado a tener mucho afecto por él. Así como era de grandote, no le cabía el corazón en el cuerpo. Era un tipo fantástico, que ayudaba mucho a la gente y a los que él quería, los quería de verdad. En la sociedad de hoy esas cosas ya no se ven".
Murió Juan Carlos Nesprías, el máximo exponente del automovilismo local
Desarrolló una impecable trayectoria en el Roqueperense y el Turismo Carretera. Tenía 73 años.
Murió Juan Carlos Nesprías, el máximo exponente del automovilismo local
Carlos Nesprías -Carlitos, el "Grandote" de Cañuelas- murió este miércoles 4 de octubre en la Clínica Monte Grande, donde se encontraba internado desde hacía una semana afectado por una infección renal y un cuadro cardiaco.
El máximo exponente del automovilismo local, muy querido en todo el ambiente fierrero, nació en Cañuelas el 16 de agosto de 1950.
Desde muy chico mostró su vocación por la mecánica, tanto es así que fabricaba sus propios juguetes. A los 14 años pintaba tractores de verde y amarillo en Casa Roma, su primera "changa" en sus años de adolescencia.
A los 17 años, cuando todavía estaba estudiando, entró como aprendiz en el taller de Jorge Alberto Pavesi y durante la noche arreglaba autos para la IKA Renault de Denicoló gracias a la generosidad de su tío Norberto Laurens, que le prestó un galpón en Mitre 734. Al poco tiempo abandonó el taller de Pavesi para independizarse.
El 8 de septiembre de 1970, cuando tenía 20 años, la Municipalidad le otorgó la habilitación de su primer taller. Al poco tiempo abandonó el galpón de Mitre y se mudó a Rivadavia al 700. Más tarde pasó por Brandsen 125 y Alem 536 hasta recalar finalmente recaló en Hipólito Yrigoyen 550/2, donde se instaló el 2 de enero de 1980.
A los 23 años -con pocas herramientas y mucho ingenio- se animó a fabricar con trozos de chapa un auto antiguo conocida como 'categoría limitada 27'. A la edad en que otros pibes no hacían más que interesarse por el fútbol o los bailes del fin de semana, Nesprías ya era un avezado conocedor de su oficio.
Luego de un período en la categoría Limitada 27, en 1978 se incorporó al TC Roqueperense. Su primer auto lo armó por completo durante el Mundial de fútbol celebrado en Argentina.
Durante los cinco años que compitió en esa categoría zonal siempre ocupó los puestos de vanguardia. En una oportunidad ganó con media vuelta de ventaja, tanto es así que tuvo tiempo de detenerse, bajarse del auto y tomar la bandera que le entregó el banderillero.
Comenzó a correr en el Turismo Carretera luego de una idea que se le ocurrió a Luis Indaverea en "La peña de los Martes". Debutó el 10 de febrero de 1985 en el Autódromo de Buenos Aires con un primer lugar entre los debutantes.
El 7 de diciembre de 1986, en La Pampa, marcó el record de velocidad en el Turismo Carretera: 257 de promedio y 306 de velocidad final, marca que aún se mantiene vigente. Ese día el pueblo de Cañuelas lo recibió con una caravana en Av. Libertad y Ruta 205.
Corrió con Dodge hasta 1993 y con Ford hasta su retiro en la temporada 94/95.
Ya consolidado como tallerista fue también bombero voluntario de nuestro cuerpo local durante cinco años.
Hace unos años en una entrevista con InfoCañuelas comentó que su carrera deportiva nunca interfirió en su trabajo. "De día trabajaba para los clientes y a la noche me ocupaba del auto de la peña. Lo tenía en la estación de servicio de García, nunca en el taller, para no mezclar las cosas. Me acostaba a las 2 o 3 de la mañana y al rato a madrugar para no fallarles a los clientes. Una vez, en 1986, estuve 36 horas sin dormir cuando armé una tapa de cilindro para el gran premio, porque el auto no tenía tapa de cilindro, se compraba el hierro en bruto había que maquetearlo". Una síntesis de la filosofía de ese hombre que se construyó a sí mismo.
En su homenaje, la intendente Marisa Fassi decretó 48 horas de duelo comunitario, expresando sus condolencias a familiares y amigos.
Sus restos serán velados el jueves 5 de octubre de 8 a 12 en Cochería Rodríguez (Rivadavia Nro. 134 de Cañuelas) y luego inhumados en el Cementerio Municipal.
Germán Hergenrether
infocanuelas.com
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