Nacionales 12/12/2025
La variante del virus provoca una fuerte suba de las hospitalizaciones. Una especialista del Conicet hace un pronóstico para Argentina.
Por momentos, la propagación de gripe que afronta parte de Europa, Asia y Estados Unidos trae los amargos recuerdos de la pandemia del coronavirus. Hay territorios que ya recomiendan el uso de barbijo en áreas de concurrencia, otros en donde se suspendieron las clases y también están aquellos en donde el trabajo volvió a ser remoto. Aunque por el momento no se baraja el confinamiento, las autoridades sanitarias no lo descartan si el problema escala. Ya no se trata de alguna variante muy transmisible del Sars CoV-2, sino del viejo y conocido Influenza, un virus que en algunas partes del mundo arrincona a los sistemas de salud, que ante la ocupación de camas vuelven a hablar de "colapso".
El virus que circula este otoño en el hemisferio norte es el Influenza A y, en particular, la variante denominada "H3N2 subclado K" es la mayoritaria. Lo que ha demostrado es habilidad para evadir parcialmente la inmunidad que confieren las vacunas tradicionales contra la gripe. Las mutaciones que posee en la superficie impiden el reconocimiento por parte del sistema inmune y ante la falta de una defensa eficaz, se desarrollan cuadros más severos en los pacientes. Las poblaciones que afrontan un mayor riesgo son los niños menores de cinco años y los adultos mayores con inmunodeficiencias. Al contraer el patógeno, rápidamente comienzan a exhibir el elenco estable de síntomas para buena parte de las afecciones respiratorias: fiebre alta, malestar general, tos seca y cansancio.
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Daniela Hozbor, bioquímica e investigadora principal del Conicet en el Instituto de Biotecnología y Biología Molecular de La Plata, señala a Página 12: "El de Europa es un brote de magnitud; también se observa en Estados Unidos y en algunos países de Asia. Es una gripe con mutaciones que generan la misma sintomatología que ya conocemos, aunque se diferencia por ser altamente contagiosa. La otra característica es que, según lo esperado por lo sucedido en temporadas anteriores, esta adelantó su propagación entre tres y seis semanas".
Luego la especialista completa el detalle: "Los sistemas de salud están saturándose, atienden a muchos pacientes por día. Inglaterra avisó que para la semana que viene se prevén más de 8 mil hospitalizaciones, una cifra que no se registraba desde 2010".
En España, se calculan 164 casos de influenza cada 100 mil habitantes (cuando una semana atrás era de 78 casos) y en regiones como Andalucía, por ejemplo, inocularán habitantes en centros comerciales. En Reino Unido, por su parte, diversas escuelas suspendieron las clases y muchos empleadores ya solicitan actividades remotas para aquellos trabajadores que manifiesten una sintomatología compatible con gripe. Se observan tendencias similares de aumento de contagios en Alemania, Francia, Italia, Estados Unidos, Canadá y Japón.
La importancia de vacunar igual
Cada año, los estados realizan vigilancia epidemiológica, y en base a un análisis preliminar, actualizan la fórmula de la vacuna annual de la gripe que protegerá a la población. De esta manera, consiguen que la plataforma vacunal que las personas se inyectarán sea, cuando llegue el momento, lo más efectiva posible contra la cepa circulante.
Si bien las vacunas de este 2025 son para la influenza A H3N2, no ofrecen toda la cobertura necesaria para el subclado K, porque este comenzó a circular en el último tiempo. En paralelo, a la pérdida de toda la eficacia deseada, también se suma un conflicto anterior y estructural: el descenso de las tasas de inmunización. Para citar un caso cercano: América perdió el estatus (otorgado por la Organización Panamericana de la Salud) de "región libre de sarampión" y, en lo que va de 2025, el continente se infectó hasta 30 veces más que en 2024.
Consultada por la situación en Europa, Hozbor ofrece cautela: "Si bien las vacunas se ven algo afectadas, sí sirven para todo lo que es reducción de riesgo de hospitalización y muerte. Por eso, los estados llaman a inmunizarse. Si bien hay baja cobertura en la población más joven, en los adultos mayores estaría un poco mejor la protección", aclara.
El problema de este lapso en el hemisferio norte es que, a las bajas temperaturas y el encierro (que suele atentar contra la ventilación siempre recomendada), se suman la coexistencia de otros virus respiratorios, como el Sars CoV-2 y el sincicial. Ante síntomas parecidos, el diagnóstico deberá calibrarse para saber cuál será la mejor recomendación posible para los pacientes.
¿Qué sucederá en Argentina?
Como la gripe se asume estacional, se espera que el virus represente un problema para la salud pública recién en el otoño del hemisferio sur. Sin embargo, el panorama no es el mejor: el gobierno libertario no apuesta a la salud pública y, lo que aún significa más, algunos de sus referentes, incluso, ponen en duda la eficacia y la seguridad de las vacunas.
Una de las propuestas que Hozbor y otros especialistas apuntaron a este diario es que algo que podría hacer Argentina es adelantar la campaña antigripal anual. De esta forma, buena parte de la población podría llegar al invierno con la inmunidad ya consolidada, y como consecuencia, evitar los cuadros graves de la enfermedad.
"Según lo que reportó la OMS, la variante K se detectó por primera vez en Australia. En el presente, está en más de 30 países y en Sudamérica todavía no se confirmó ningún caso. En las naciones afectadas, vuelven las medidas de higiene de manos, ventilación y mascarilla. Aprendimos que los patógenos no respetan fronteras y las atraviesan de cualquier manera. No vamos a estar ajenos a la gripe, por lo que sería adecuado anticiparse con la vacunación", observa Hozbor.
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