19 de diciembre de 2025

Nacionales 19/12/2025

Denunciaron a un empresario por presuntos abusos a compañeros de colegio de su hijo

Un fiscal ordenó allanamientos en las propiedades del imputado, donde secuestraron computadoras y celulares.

Un reconocido empresario porteño fue denunciado por presunto abuso sexual de menores. Se trata de Marcelo Porcel, hijo del fundador de la tarjeta de crédito Argencard, quien fue acusado de haber abusado de al menos diez compañeros de colegio de su hijo.Porcel es hijo de Néstor Porcel, uno de los inversores y fundadores de Argencard, la tarjeta de crédito que en los años noventa se vendió al Grupo Exxel. Además, hasta hace no muchos meses, era el concesionario del shopping Oh! Buenos Aires que abrirá sus puertas en el barrio de Recoleta.

Las presuntas víctimas del empresario estudian, con el hijo del empresario, en el colegio Palermo Chico, ubicado en Thames al 2000. En sus declaraciones testimoniales, los adolescentes afirmaron que Porcel se aprovechó de la clara asimetría de poder --edad, conocimientos, dinero, prestigio, poder-- para manipularlos psicológicamente y cometer numerosos actos de abuso sexual.

La causa nº36.627, radicada el 5 de julio de 2024, se encuentra en secreto de sumario, y se tramita en Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°50, a cargo del juez Carlos Bruniard, y la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°1 de Pablo Turano. Originalmente eran seis los denunciantes, pero luego la querella fue incorporando más, hasta llegar a una decena (la última fue sumada esta semana).

En tanto, el juez imputó al empresario por presuntas conductas reiteradas de abuso sexual, corrupción de menores y otras imputaciones conexas. En este marco, fueron allanados los domicilios y las oficinas y se secuestraron computadoras y celulares para ser peritados. Además, dispuso una medida cautelar que le prohíbe cualquier tipo de contacto ?directo o indirecto? con las presuntas víctimas y sus familias.

Además, le dictó una restricción que le impide acercarse a las víctimas a 300 metros, por lo que no puede ir al colegio ni al club GEBA (Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires), donde los chicos practican deportes.

Sin embargo, a pesar de las denuncias acumuladas, los testimonios de las jóvenes víctimas en Cámara Gesell, las evidencias encontradas en los teléfonos y dispositivos tras varios allanamientos, y los reiterados pedidos procesales, el juez Bruniar todavía no indagó ni dispuso la detención preventiva del imputado.

El magistrado decidió aplicar el llamado principio de "economía procesal", que consta en esperar a que todas las víctimas formalicen la denuncia y pasen por la Cámara Gesell. De esta manera, según su justificación, Porcel no debería comparecer más de una vez ante el Juzgado. Ante esta determinación, los padres de las víctimas realizaron un reclamo escrito ante el juez en el que puntualizaron que "cuando hay derechos de menores en juego no hay economía procesal que valga".

Bruniar no solo no ordenó la detención preventiva sino que recientemente aprobó un pedido realizado por el empresario para viajar a la ciudad uruguaya de Punta del Este desde el 17 de diciembre hasta el 5 de enero de 2026, por el casamiento de su sobrina.

Mientras tanto, la Defensora de Menores que asiste a las víctimas solicitó en dos oportunidades el llamado a indagatoria de Porcel, tal como lo había hecho el fiscal, y también solcito al juez que "disponga sin más dilación la retención de los documentos de viaje y la prohibición de salida del país del imputado, tal como fuera requerido por el fiscal, valorando la gravedad institucional del caso, la expectativa de pena de cumplimiento efectivo, la pluralidad de víctimas menores, la existencia de material íntimo del niño y la obligación reforzada del Estado argentino de garantizar, de manera prioritaria, el interés superior de los niños y adolescentes involucrado".

Las denuncias

Según testimonios de allegados a las presuntas víctimas al diario La Nación, los hechos de abuso habrían ocurrido "hace dos o tres años", pero salieron a la luz recién en 2024. "Cuando los padres se enteraron, comenzaron a restringir la salida de sus hijos a esas reuniones organizadas por Porcel", describieron.

De acuerdo con las denuncias, el imputado se mostraba generoso y carismático, y después de varios gestos había conseguido establecer un vínculo de confianza con las víctimas y sus padres: participaba activamente de actividades deportivas, organizaba encuentros en su casa, se ofrecía para los traslados de los menores, y tenía mucha disponibilidad para cualquier otra actividad que los involucrara. Con los jóvenes mantenía un diálogo fluido, con juegos y confidencias, jerga adolescente.

Una vez que la relación se volvía estrecha tanto con los adolescentes como con los padres de los mismos, las aguas empezaban a enturbiarse lentamente. La metodología del abuso se repetía en todas las ocasiones.

El acusado lograba que los chicos asistieran a su domicilio familiar de Palermo, al departamento vacío de su madre en la Torre Le Parc de Puerto Madero o a sus oficinas. Allí era convertía el anfitrión de "fiestas" con alcohol y dinero para apostar en casinos online. A los menores los incentivaba a beber y a apostar ofreciéndoles dinero y objetos simbólicos, como figuritas del Mundial Qatar 2022, a modo de "premios". Cuando el estado de vulnerabilidad era mayor, ocurrían los presuntos hechos de abuso.

En sus denuncias, los jóvenes dijeron que recordar esos episodios les provocaba miedo, angustia, confusión y vergüenza. Es por esto que, desde 2024, los padres, y sobre todo las víctimas, esperan que la Justicia llame a indagatoria a Porcel.

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