"Es difícil la atención e imposible que todo esto no repercuta en la salud, estamos cansados", dijo la doctora María Barbieri

El coronavirus ha captado la atención de todos en estos momentos y las personas con enfermedades del corazón tienen motivos adicionales para mantenerse alerta y hacer consultas con un cardiólogo.

María Beatriz Barbieri (MP 19427), médica especializada en cardiología y ecocardiografía y magister en ultrasonido en cardiología de la UNLP pertenece al staff del Instituto de Cardiología de La Plata. Además, integra "Luchemos por una Caja Justa", una asociación de médicos de la provincia de Buenos Aires, que le exige a la Caja de Previsión y Seguro Médico claridad y transparencia en sus aportes jubilatorios

¿Qué secuelas cardiológicas puede dejarnos el COVID?

El COVID tiene efectos cardiovasculares como todo virus. Dentro de los cuales uno de los más destacados es la miocarditis, se trata de la inflamación del músculo cardíaco. Es importante que, si uno pasó la enfermedad en casa y no requirió atención médica, cuando tenga el alta, consulte a su médico. La idea es poder realizar dentro de los exámenes, los estudios cardiovasculares y de acuerdo a eso ir avanzando o no en complejidad para completarlos y hacer un buen diagnóstico si hubiera alguna alteración.

Además de la afección propia del miocardio que puede o no dejar secuelas, está la afección de las arterias con trombosis. Esto se puede dar a nivel de las coronarias, produciendo angina de pecho o infarto de miocardio o a nivel de las arterias del cerebro produciendo isquemias cerebrales o accidentes cerebrovasculares. También en las arterias del pulmón, pudiendo producir embolia de pulmón con infarto del mismo. "Por eso es importantísimo que cuando el paciente tiene un diagnóstico de COVID se ponga en contacto con su médico de cabecera para saber cómo seguir y detectar las anomalías a tiempo.

¿Qué trajo aparejado este virus?

La aparición del virus trajo además de todo lo que ya sabemos, la falta de control de las enfermedades crónicas prevenibles como la hipertensión arterial, la diabetes, la obesidad, el sedentarismo y principalmente el estrés. "Se hizo un estudio en América Latina donde se ha visto que hasta en un 30 % empeoraron los factores de riesgo. Esto quiere decir que los pacientes descontrolaron su presión, aumentaron su nivel de azúcar, su peso, dejaron la actividad física. Alrededor de todo esto, hay otra realidad que es el estrés que conlleva la enfermedad en sí, miedos al contagio, a no saber qué va a pasar, a lo que sucede mientras tanto, a vacunarse o no. La afectación de la salud mental es un estrés que afecta el sistema cardiovascular. Vemos gente joven que empezó con presión arterial elevada, a eso se suma la situación económica, dejar de hacer ejercicios, la falta de trabajo. Observamos mucha gente con múltiples dificultades de salud y entendemos que estamos en un momento muy difícil tanto pacientes como médicos.

¿Qué estudios específicos se piden post COVID?

El médico clínico solicita análisis generales, radiografía de tórax y estudio cardiovascular, un electrocardiograma además de una evaluación cardiológica. A partir de ahí, dependiendo de cómo esté el paciente en ese momento, y si hay otro factor de riesgo, se aconseja un ecocardiograma doppler color, donde vemos el tamaño del corazón las paredes, el movimiento en reposo y los flujos de sangre a través de las válvulas y de las grandes arterias. Con esto tenemos una aproximación de si hay una miocarditis del pericardio (las membranas que cubren por fuera del corazón) o alguna trombosis en forma indirecta, a través de un electrocardiograma doppler. Ahí podemos ver si hay algún signo, que nos indique que existe alguna trombosis significativa en las arterias del pulmón. Después de eso, dependiendo del paciente, se puede hacer una prueba de esfuerzo ya sea ergometría convencional o un eco ejercicio donde se ve el movimiento de las paredes del corazón. Si hubiera una sospecha franca de miocarditis el estudio es la resonancia magnética cardíaca con contraste.

A nivel médico ¿cómo están viviendo la pandemia?

Todos estamos sometidos a un estrés grande por la enfermedad  y los médicos por tener en este momento  una sobrecarga  de trabajo y ver lo que sucede con los pacientes  y con nosotros mismos. Tenemos amigos enfermos y fallecidos. Algo que me ha llamado la atención es ver a médicos conocidos que ya estaban en edad de jubilarse, pero todavía se sentían muy bien para seguir atendiendo y brindar buena calidad  a los pacientes,  que han decidido jubilarse. Las razones fueron o porque estuvieron enfermos y quieren preservarse, porque no quieren enfermarse o porque en algunos de los trabajos les plantearon ir a ver pacientes enfermos con COVID a sus domicilios. Y a todo esto le sumamos que, cuando nos jubilamos el ingreso no está acorde con lo que hemos aportado. Hemos aportado durante 40 años de trabajo un monto fijo por mes,  más un porcentaje de lo que le facturamos a las obras sociales,  para llegar a una jubilación que no es acorde. Ahí es donde baja notablemente el ingreso nuestro y le sumamos al presente otro estrés.

Estamos teniendo mucho trabajo porque llegan los pacientes para controlarse de años anteriores que no lo hicieron, y muchos con diabetes, presión descontrolada que ha descompensado otros órganos, sumado a los pacientes con COVID. Muchos vienen angustiados, les hacemos los estudios y cardiológicamente están bien, los síntomas son producto del estrés de haber vivido la enfermedad. Y los que no lo tuvieron están con estrés y mucha ansiedad, gente que ha perdido el trabajo, muchos pacientes nuevos a quienes les peligra la fuente laboral. La gente necesita hablar, muchos deberían hacerlo con el psicólogo, pero no se animan, entonces lo hacen en otros consultorios. Es difícil la atención y difícil que todo esto no repercuta en la salud, estamos cansados

¿Cómo transitan el camino hacia las elecciones del próximo 20 de septiembre de la CPSM?

En este camino a las elecciones solo pensamos en un cambio. Queremos claridad y transparencia sobre nuestros aportes jubilatorios. Le exigimos a la Caja de Previsión Médica de la provincia de Buenos Aires, ente que nos nuclea, que nos explique cuáles son las inversiones  que hacen con nuestros aportes, queremos los números claros. Nosotros necesitamos darles a los médicos la posibilidad de saber en qué se invierte nuestro dinero, además de ofrecer una jubilación acorde a lo que nos merecemos por tantos años de aporte.

Es una Caja que tiene propiedades e inversiones y muestra los títulos de las mismas, pero queremos saber qué hacen con cada una de ellas, sencillamente queremos saber qué se hace con cada propiedad adquirida con nuestro dinero. Deseamos que todo esté claro, y se vea reflejado en las jubilaciones. Aprovecho para llamar a los médicos a votar el próximo 20 de septiembre.

Cristela Cicaré & Sandra Kan

Prensa

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