Nacionales 11/11/2025
Sospechan que fue una caza furtiva
El collar de monitoreo satelital de Acaí, la quinta yaguareté liberada a principios de octubre en el Parque Nacional El Impenetrable, fue hallado en el río Bermejo. La Fundación Rewilding Argentina, que trabaja en la reintroducción de la especie en el territorio, denunció que la mataron.
La última señal que emitió el aparato de geolocalización fue el 25 de octubre cuando la yaguareté de casi tres años se dirigía al paraje Los Manantiales. Desde entonces no se la ha visto. Tras una intensa búsqueda por tierra y por aire se localizó el collar gracias a la señal de radio VHF.
Sebastián Di Martino, director de conservación de la Fundación, aseguró a Página/12 que la conducta exploratoria de Acaí era típica de los especímenes reinsertados en un territorio nuevo. "Nosotros los acompañamos en esos trayectos para ver que realmente estén cazando y estén bien. Ponemos cámaras trampa para ver si están flacos o heridos", contó.
Sumergido en el fango
Los primeros días los especialistas no se alarmaron porque el sistema de señal podría haber fallado por condiciones climáticas o por si Acaí se encontraba en una zona de muchos matorrales. Después de unos días, dieron con la señal del collar desde una avioneta, pero todavía no consiguieron recuperarlo porque está sumergido y enterrado en el fango. Si la yaguareté estuviera ahí, tendría que haber flotado, indicó el director.
Por la última señal, creen que la cazaron a varios kilómetros del río y luego llevaron su collar allí para deshacerse de la evidencia. Por otra parte, Di Martino subraya como otro indicio del asesinato que es casi imposible que se puedan sacar el collar, menos si está nadando en el río, donde no se ejerce ninguna fuerza. Esta versión coincide con el testimonio de los vecinos que aseguraron que un hombre cazó a un yaguareté en la zona.
Según la Fundación, la caza de yaguaretés no es un suceso inusual en Argentina: las poblaciones remanentes en las selvas del noroeste y noreste del país están en disminución por la caza deportiva, por desconocimiento y por prejuicios culturales.
Acaí judicializada
El yaguareté fue designado Monumento Natural en todas las provincias donde habita y a nivel nacional, por lo que tiene el mayor nivel de protección para una especie silvestre. Su caza está penada con prisión --recientemente la justicia formoseña condenó a cuatro cazadores furtivos a 2 años-- y con multas económicas millonarias.
Tras el descubrimiento del collar de seguimiento, la Fundación informó a la Administración de Parques Nacionales (APN), que radicó la denuncia del asesinato de Acaí en la Justicia. La organización ambientalista indicó que se presentará como querellante.
Según adelantó la Fundación, la información del collar será clave para encontrar a los asesinos. En cuanto a los móviles, todo indica que fue caza furtiva. La Fundación aclaró que el yaguareté no ataca a personas si no es atacado y prefiere presas silvestres por sobre el ganado doméstico. Para evitar que el ataque poco probable a estos últimos, se debe mejorar el manejo del rodeo (la planificación de la reproducción y control del pastoreo). "Si se acercan a un campo ganadero, estamos con la gente. Acaí se acercó a la zona de un paraje y uno de nuestros equipos fue y durmió en la casa de los vecinos", puntualizó Di Martino.
El caso Acaí es atípico entre todas las cazas porque contaba con un collar de monitoreo que facilitó el rápido conocimiento de su muerte y permitió iniciar la investigación con celeridad. Por esto, la Fundación llamó a realizar "esfuerzos colectivos" para monitorear a la mayoría de los yaguaretés y fortalecer la capacidad de dar con los culpables de seguir afectando a una especie en peligro de extinción.
"Las poblaciones van a la baja por la caza"
El proyecto de reintroducción de la especie se inició en 2019 y con los yaguaretés liberados desde entonces la población en el país sigue siendo limitada, ya que ronda los 200 ejemplares. Di Martino señaló que si bien en los Esteros del Iberá, donde el proyecto está más avanzado y hay muchos nacimientos, la caza es algo mucho más frecuente de lo que se cree. "Por algo las poblaciones de yaguarete en Argentina --en Misiones, en Salta, en Jujuy y en general-- no sólo no se recuperan, sino que van a la baja", añadió, apuntando a la caza ilegal.
"Es un retroceso que se haya matado a un animal. Hay que analizar bien qué es lo que pasó, ajustar lo que haya que ajustar. Evidentemente hay que hacer un poco más de trabajo con algún sector. La respuesta en la comunidad de El Impenetrable fue muy buena", detalló.
De todas formas, volvió a destacar la importancia del proyecto. "No había registro de hembras ya por el siglo argentino desde el año 1990: ahora hay hembras silvestres viviendo libres y este año nació el primer cachorro en libertad", detalló. Esto sucedió también en El Impenetrable y fue el primer nacimiento natural confirmado en esa área en 35 años.
Para cuidar lo realizado, plantea que todos los yaguaretés deberían tener collar de seguimiento para que si algo les pasa se puedan encontrar rápido a los responsables.
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