La población alojada en las comisarías de la provincia creció vertiginosamente en los últimos diez años. Pese a que la legislación vigente dictamina que las detenciones en comisarías  no pueden extenderse por periodos prolongados, en la actualidad hay aproximadamente 4000 personas detenidas. Esto llevó a una alarmante sobrepoblación del 193%  en las dependencias policiales bonaerenses.

En su último informe sobre el tema, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) denunció que el hacinamiento y las condiciones de vida en las comisarías bonaerenses son aún peores que en las cárceles. En ese sentido, desde el CELS informaron  que alrededor del 40% de los detenidos se encuentran en calabozos que fueron clausurados judicialmente.

Además del hacinamiento y las condiciones de detención insalubres, esta situación propició varias fugas de detenidos y motines en los últimos meses.  La semana pasada 4 detenidos (dos de los cuales, procesados por homicidio) huyeron de la seccional 3 de Merlo, donde según se supo en la investigación había solo 7 policías para custodiar a 29 detenidos. Situaciones similares se vivieron también en Tres de Febrero, donde huyeron tres detenidos de la comisaría 10 y en la seccional 1 de Avellaneda donde cinco presos huyeron después de romper los barrotes de la celda y escapar por el techo.

Mediante distintos fallos, la justicia tomo cartas en el asunto durante la última década para mejorar esta situación. En 2017 por ejemplo, luego de que la problemática tomara relevancia internacional por una denuncia ante la  Corte Interamericana de Derechos Humanos, la Suprema Corte de Justicia le exigió al gobierno bonaerense que presentara de manera urgente un plan integral para cambiar las condiciones de los detenidos. Sin embargo esto no impidió que la población detenida en comisarías aumentara un 46% en los últimos años. 

Según los datos que manejan en el Poder Judicial, para descomprimir la superpoblación carcelaria sería necesario construir una alcaidía por año y una cárcel para mil presos cada dos años. En ese sentido, el mes que viene se inaugurarán dos unidades penales con capacidad para alojar a mil presos cada una en Merlo y una alcaldía para 320 detenidos.

Simón Franco (La Plata)