Recorrimos el pueblo de Epecuén en busca del auto abandonado que aparece en muchas de las imágenes de las ruinas. Averiguamos marca, modelo, propietario y algunos otros datos curiosos.

Marcelo Ferro 

El pueblo de Epecuén se ubica a 7 km de Carhué que, a su vez, se sitúa a 530 km de la Capital Federal, en la provincia de Buenos Aires. Las 120 manzanas próximas a la laguna se inundaron el 10 de noviembre de 1985 cuando el murallón de 4 m de altura construido sobre la costa no resistió el embate de la sudestada nocturna. Lentamente, en 15 días todo se cubrió de agua tan salada como la del Mar Muerto. La evacuación llevó semanas y no dejó víctimas fatales, pero sí grandes daños materiales: 1.500 residentes estables perdieron todo.

¿Qué ocurrió? 

En 1975 las autoridades provinciales comenzaron la construcción del canal Ameghino, una obra que regularía el caudal de agua de todos los espejos de la región, y que evitaría inundaciones y sequías. Pero el proyecto fue rápidamente abandonado tras el cambio de gobierno, en 1976. La laguna Epecuén, lejos de bajar de nivel, siguió creciendo a razón de 50 a 60 cm por año, y pese al alerta de los vecinos las autoridades no tomaron los recaudos correspondientes. 

El agua salada sepultó todo, y 20 años después cuando comenzó a bajar dejó a la vista las ruinas de un gran pasado. Todas las construcciones estaban de pie, pero al tomar contacto con el aire ambiental los hierros explotaron y todo se derrumbó. En la foto superior tomada desde el dron de @bydroneye pueden verse la pileta de lo que alguna vez fue el balneario y el efecto dominó del accionar de la sal (todo lo blanco es sulfato de sodio, no nieve) sobre las construcciones.

Al caminar el pueblo es frecuente encontrar sillas, cocinas, inodoros, lavatorios, columnas de iluminación, rejas... todo oxidado. Entre esas reliquias que alguna vez fueron esplendorosas se encuentra un vehículo que aparece en muchas fotos. Basta googlear "auto de epecuén" para que aparezcan decenas de imágenes. Lo que nadie menciona es marca, modelo y propietario.

Su esqueleto se ubica sobre la calle Talcahuano. Conserva parte del block del motor con sus números, cuatro neumáticos resquebrajados al igual que el de auxilio, paragolpe, el armazón del volante y lo acompaña una puerta tirada sobre el lateral izquierdo, que genera dudas si perteneció a él.

Ante la falta de información consultamos a la guardaparques local -Viviana Castro-, quien nos señaló que se trata de una camioneta Desoto modelo 31, de la familia de Gustavo Rodríguez, el dueño de la pizzería La Gallina Verde, un local que atendía en Epecuén, pero que debido a la inundación tuvo que mudarse a Carhué. Lo más sorprendente es que el dueño tiene hasta los papeles.

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