Faustina Mengarelli fue una de las oradoras del acto oficial de recordación del 2 de abril de 1982, en el homenaje a veteranos y ex combatientes de Malvinas. Con mucha emoción leyó un texto de su autoría:

"Hablar de Malvinas hoy como hija de un combatiente, y no, no me equivoco al decir combatiente y no ex como suelen llamarlos, porque para ellos la guerra no termina, siguen luchando con los recuerdos, con los miedos, miedo a las largas noches de guardia, siempre en alerta, miedo a la muerte, a los ataques, al frio, al hambre. Siguen luchando por el reconocimiento de su pueblo, de los caídos en aquellas frías tierras, que por fin hoy, después de tantos años, están recuperando su identidad. Tantos años de lucha y jamás han bajado los brazos, se mantienen de pie, erguidos y con la frente bien en alto. Por su familia, por su trabajo y por cada situación que han tenido que soportar a lo largo de sus vidas. Son hombres de acero, son hombres de honor, son ejemplos de vida.

Malvinas sigue doliendo, tanto en ellos como en sus hijos. Y me incluyo en ese dolor, porque siento esta guerra como parte de mi vida, de mi historia, porque soy argentina y las siento argentinas, y me duele verlas bajo otra bandera. Este es un sentimiento que predomina en cada uno de los hijos de Malvinas, el amor por la causa y la necesidad de malvinizar, porque esta en nuestras manos hacer que esta historia siga vigente.

Hoy 2 de abril es momento de homenajear a los 649 caidos en la guerra, a sus viudas, madres, padres e hijos que soportan la ausencia irremediable, a los que lograron sobrevivir y hoy están entre nosotros, a los heridos y desgarrados en cuerpo y alma que sufren las consecuencias de esta guerra, a los que les resultó demasiado pesada esta mochila y terminaron con sus vidas, a las mujeres y parejas de cada combatiente que han sido el sostén de muchos de estos hombres, a los ciudadanos que los acompañan año tras año en cada acto.

Finalmente, con el permiso de ustedes, quisiera dedicarle unas palabras a mi papa: a pesar de tu dolor y tu lucha constante supiste superar cada obstáculo presentado en tu vida, gracias por no dejarte vencer por los miedos y no aferrarte al frio de Malvinas, me dejas las mejores enseñanzas y valores. Sos mi papá, mi héroe, mi ejemplo y mi orgullo. Te amo." 

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