26 de abril de 2024

Editorial 13/02/2014

Shell y Quebracho, más de lo mismo

Se produce una movilización de activistas de Quebracho en el centro porteño. Quien piense que este suceso pudiera ser un recuerdo de la década del ’70 o el aniversario de alguna importante movilización, está completamente equivocado.

Así, Quebracho, una ¿organización?, atrasa 40 años en consignas que supieron ser mucho más dignas que la de este grupo de cobardes que, necesariamente, deben ocultar sus rostros. En aquellos tiempos, a cara descubierta y con un importante poder de movilización, muchos sectores del movimiento obrero y organizaciones políticas, marchaban o se concentraban con reclamos concretos y alusiones a la casi eterna confrontación con los sectores del poder financiero o monopólico y sus representantes. Equivocados o no, decenas de miles de militantes políticos, mostraban el descontento. Hoy, este grupo impresentable pretende mostrar una confrontación y un escrache a la empresa Shell. Justo hoy, que la misma empresa ajustó el precio de sus combustibles hacia abajo luego de la suba del 12 por ciento de días atrás. Los objetivos de "Quebracho" son varios, desde ocupar espacio mediático hasta complicar cualquier relación entre el gobierno y empresarios. Dicen ser militantes de “izquierda” y son funcionales a los peores intereses. En realidad son patoteros de una agrupación que, afortunadamente, está a miles de kilómetros del poder real en nuestro país. Nunca jamás contarán con algún representante legislativo o triunfarán en algún acto electoral. Son, con el rostro cubierto, una máscara ubicada bien a la derecha del espectro político nacional. Viven disfrazados de violentos y le hacen el juego a lo peor de la política vernácula. No son los únicos. Hay más. Quebracho es un emergente de los energúmenos que nunca se animarán a quitarse la máscara y nunca mostrarán su verdadero rostro. Tristes comentaristas de la realidad, sin nombre ni apellido. Del otro lado, una empresa, Shell, con muchos surtidores. Usted puede elegir cargar o no cargar; comprar o no comprar. Aún así, en cualquier momento, se encontrará con un grupo de cobardes dispuestos a hacer un poco más difícil su existencia. (FOTO: Clarin.com) 

Alberto Víctor García

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